sábado, 24 de diciembre de 2011

Post Navideño


- ¡TROGLOOOO! – berreó de forma atronadora mi malvado loro, Puto Bocazas.
- ¿Qué tripa se te ha roto ahora, Puto Bocazas? ¡Y deja ya de comer polvorones, que eso es malísimo!
- Estos no, tarugo, porque son de mi invención. Van rellenos de concentrado de güisqui de garrafa, una botella por polvorón. Alegría navideña a saco, je, je. Pero, a lo que iba, ¿has subido ya algún post navideño?
- Pues no. Pero subí el de los reyes. Luego lo repito el día de reyes, y listo.
- Troglo, eres más vago que la hostia, lo cual te convierte en un hombre sabio. Pero estamos en una época de tópicos, y hay que vivir en el tópico. Y el post navideño ya se ha convertido en tópico.
- ¿Cómo las cenas de empresa?
- Pues sí. Esas cenas a las que nadie quiere ir pero que tienes que ir por huevos y poner cara feliz mientras el retrasado de tu jefe cuenta chistes verdes, se rie con rebuznos de jumento y se cree un benefactor por invitarte a unos langostinos que deben llevar congelados desde el paleolítico.
- ¿Cómo la lotería?
- Como esa estafa organizada y descerebrante, que juega con las ilusiones de la gente y asocia pasta con felicidad, sí.
- ¿Cómo el turrón?
- Como el turrón, los mazapanes, las uvas, el anuncio de Coca-Cola, las siete mil versiones televisivas de “Canción de Navidad”, los villancicos, el belén y el espumillón.
- ¿Cómo la nieve?
- Exacto. Aunque no recuerdo haber visto nevar en Navidad, y dudo mucho que nevara en Belén, que debe hacer 20 grados, y más con el cambio climático. Pero sí, como la nieve.
- ¿Cómo Papa Noel y los regalos?
- También, también. Además, eso reactiva mucho la economía. Ya sabes, Troglo, consume hasta morir mierdas que no te hacen falta.
- ¿Cómo reunirse con la familia?
- ¡Ah, la calidez del hogar! Exacto, Troglo. Estar con la familia es la mayor felicidad. Sin embargo, supongo que si a cualquiera le preguntaran a quién quiere llevarse a una isla desierta pues diría a Scarlett Johansson, o a Angelina Jolie, o a Brad Pitt, o yo que sé. No creo que dijera “a mi hermana, mi cuñao y el abuelo Flatulio”. Pero es un tópico, y a los tópicos hay que respetarlos, que mueven el mundo y hacen ganar pasta a los de siempre.
- ¿Pues sabes qué, Puto Bocazas? Que visto el plan, paso de tópicos y no voy a subir ningún post navideño.
- Pues también es verdad. ¿Subimos uno de Semana Santa?
- Ya veremos, pero, de momento, dame polvorones.

Que ustedes lo pasen bien.

martes, 20 de diciembre de 2011

Un cuento de reyes

Érase una vez un día que se reunieron todos los reyes y reinas que en el mundo han sido. Estaban los Reyes Magos y los Reyes Godos, el Rey Lear y el Rey Midas, la Reina de Saba, la Reina Mora, la Reina de los Mares y Juanita Reina. En fin, toditos. Y fue que celebraron un banquete, como suelen hacer los reyes, y al final estaban bastante borrachos, lo cual también suele ser habitual. Y entonces, el Rey de Bastos dio un par de porrazos en la mesa, para llamar la atención de todos los presentes:

- ¡Majestades, por favor! ¡Un poco de atención! Estamos aquí para tratar un asunto urgente, y que puede ser muy perjudicial para nuestros intereses. Todos sabéis que me refiero a los tejemanejes del malvado infante consorte Unmalandrín, que han dejado la reputación de la familia real a la altura del betún.
- ¡Es que la familia no da más que disgustos! – dijo el Rey León, mientras bebía de la Copa del Rey y le tiraba los tejos a la Abeja Reina.
- Tengo yo una sota que me tiene frita – dijo la Reina de Tréboles – El otro día…
- ¡Grrr! ¡Ya basta! – dijo, muy enfadado, el Rey Que Rabió – Se ha hecho demasiada publicidad sobre nuestras reales personas, y eso no conviene en absoluto. ¡Hay que buscar una solución urgentemente!
- Cierto – intervino el Anciano Rey de los Vinos – Con tanto estar en candelero, la gente podría darse cuenta de que somos unos inútiles que llevamos siglos viviendo del cuento.
- Sobre todo, que no me toquen la pasta – dijo el rey de oros.
- Sí, que los plebeyos son muy brutos cuando se cabrean – terció el rey Arturo - ¿A alguien se le ocurre alguna idea?

Los reyes pensaban pero, como no estaban acostumbrados, pues no se les ocurría nada. Hasta que levantó la mano el Rey Salomón:

-Yo tengo una propuesta. Hagámonos transparentes.
- ¿Transparentes? – se sorprendió la Reina del Baile.
- Exacto. El populacho ama la transparencia. Creen, y con razón, que escondemos cosas y que tenemos negociejos ocultos. Así que hagámonos transparentes ante ellos, y así ganaremos su confianza.
- ¿Y eso cómo se hace? – preguntó el Rey del Sofá-Cama.
- Bueno – dijo el Rey Salomón – creo que hay que concentrarse y apretar fuerte, así. ¡Umrrgg! ¡Umrrgg! ¿Qué? ¿Se me ve más transparente?
- ¡Sí, sí! ¡Se te ve como más difuso! ¡Es una gran idea! ¡Vamos a hacernos todos transparentes!

Y allá que se pusieron todas las reinas y reyes a apretar, ¡umrrgg!, ¡umrrgg!, y se iban haciendo cada vez más transparentes. Pero resulta que siguieron y siguieron apretando, porque querían ser más y más transparentes. Y se hicieron tan transparentes, tan transparentes, que se difuminaron, se hicieron invisibles y desaparecieron de la faz de la tierra.

Y así fue como se extinguieron todos los reyes y reinas. Y por eso los demás fuimos felices y comimos perdices.

Amén.

martes, 6 de diciembre de 2011

Arriba y abajo


Gobierno de Chorrivía.
Secretaría General de Trapicheos Numéricos, Vaciladas Plausibles y Demagogía Social.

PARA GENERAL CONOCIMIENTO

El presente documento se publica con la intención de salir al paso de infundadas malinterpretaciones con respecto a los resultados de desarrollo económico obtenidos en los últimos años.

De desatinadas se han de tildar, especialmente, las interpretaciones que se han hecho con respecto al último informe publicado por la OCDE. Cierto que este informe concluye que ha habido un aumento de la desigualdad, esto es, que los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. Según algunas fuentes, este resultado pone de manifiesto el gran fracaso de las medidas tomadas por los distintos gobiernos y la profunda injusticia social de las mismas. Nada más lejos de la realidad, sin embargo.

Podemos comparar esta interpretación con la de aquel niño que, yendo en un tren, piensa que los árboles y las casas se desplazan hacia atrás, cuando sucede exactamente lo contrario, es él el que se desplaza hacia delante.

Porque, aplicando los más simples mecanismos de inversión lógica propios de las ciencias econoflaúticas, planteemos el problema en sus justos términos. Por supuesto que una de las labores fundamentales de los gobiernos es la redistribución de la riqueza. Pero, al contrario de lo que piensa el desinformado votante, no se trata de una redistribución hacia abajo, sino hacia arriba.

La lógica de tal estrategia cae por su propio peso. Sabido es que los creadores de riqueza y empleo son los estratos ricos de la sociedad, que son los que tienen dinero para invertir. Por tanto, cuanto más capital acumulen estas rentas altas, más invertirán y más dinero habrá para todos. Desde esta perspectiva, y a la vista de los datos, debemos decir con orgullo que las acciones llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos han sido un completo éxito.

De hecho, se debería profundizar en esta línea, hasta conseguir llegar al punto en que absolutamente toda la riqueza haya sido redistribuida hacia una sola persona. Así, este inversor tendrá tal capacidad de generar empleo y riqueza que, indudablemente, viviremos un periodo de bonanza desconocido hasta la fecha. O dicho en términos técnicos, la rehostia.

Y si no cuela, pues me puedo inventar otra cosa.

Chorrivía, a 6 de diciembre.
Falacio Patrañas, Secretario General del Asunto.