viernes, 30 de enero de 2009

Armas inteligentes

Ya sé que llego un poco tarde con el tema, pero es que llevan ya varios días dándome la brasa muchas personas con eso que dijo nuestro amado presidente de que las armas que España le había vendido a Israel no se habían utilizado para matar a ningún palestino.


Pues, si el hombre está tan seguro, es por algo. Será que nuestras armas son tan inteligentes que cuando matas con ellas, dejan un rastro inconfundible, que hace saltar una alarma en su despacho. Igual las balas llevan algún producto químico (manzanilla, mayormente) y el tío se muere cantando flamenco, ¡aaaaayyyyyyy! O a lo mejor disparan banderillas en vez de balas y así, claro, te pillan fijo.


Pero, como somos tecnológicamente avanzados, yo creo que te pide una contraseña antes de matar, y te pregunta, “¿Qué desea matar?”, y tecleas “palestino”, te dice “Contraseña incorrecta”, y no puedes. Y como metas “palestino” tres veces, se te encasquilla el arma, y tienes que salir de najas, no sea que te den una pedrada o algo.


En fin, que me voy al bar.

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miércoles, 28 de enero de 2009

Cuentos de los mandarines: el teatro de títeres


El mandarín Ku Ñao reflexionaba sobre la sutileza que un generoso chorro de A-Nís era capaz de aportarle al mejor de los tés, cuando apareció en la puerta su discípulo, Par Di Yo.


- Saludos, oh, Venerable Maestro Ku Ñao. ¿Os dignaréis conceder algo de vuestro valioso tiempo a este miserable siervo? – dijo Par Di Yo, mientras tocaba la alfombra con la frente.

- Adelante, Par Di Yo, membrillo del bosque. Hoy me siento generoso con los simples de espíritu, o será que empiezo a estar Trom-Pa. ¿Qué te aflige, hijo mío?

- Maestro, los funcionarios tienen la moral más baja que la Bol-Sa.

- ¿Qué les pasa a esas sanguijuelas desagradecidas, Par Di Yo?

- Veréis, Maestro, se quejan de que su trabajo cambia menos que la ceremonia del té. Siempre hacen lo mismo, a toda velocidad, y con una calidad mínima, porque si no, no llegan. Ya no les gusta su trabajo, están estancados, y ven que su desarrollo profesional está parado desde la dinastía Manchú.

- ¿Y por qué tiene que gustarles, si vienen a currar? ¡Que vayan al Ci-Né! ¡Cigüeñas alcoholizadas! ¡Oh, qué gran placer sería poner a todos en la Pu-Ta Ka-Yé! Lo malo es que entonces tendría que currar yo. ¿Qué rotación de personal tenemos este año del buey, Par Di Yo?

- En nuestra línea, Maestro, 70%.

- ¡Ka-Chís los petardos! Tengo que reconocer que es excesivo hasta para nosotros, Par Di Yo. No es que me importe que se piren, pero eso puede repercutir en que gane menos Pas-Tá, o que tenga que contratar a otros más caros. ¡Par Di Yo, se impone conseguir mayor motivación de estos pulgones del limonero! ¡Hay que preparar el teatro de títeres!

- ¡Maestro, cualquier cosa menos eso! ¡El teatro de títeres no!

- ¡Silencio, pato de Pekín! ¿Qué mosca del bambú te ha picado, Par Di Yo? El teatro de títeres es una magnífica herramienta de motivación, además de barata, que es lo importante. Además, hace tiempo que no lo hacemos. Seguro que, con lo rápido que se pira la Pe-Ñá de este mandarinato, ninguno de los funcionarios actuales ha asistido anteriormente a un teatro de títeres. ¡Par Di Yo, para dentro de una semana tenemos que tener organizado un teatro de títeres! Reserva el salón principal, convoca a todo el mundo y prepara lo necesario. ¡Y quita esa cara de cordero mongol degollado!

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así, en el mandarinato de Ku Ñao se hicieron los preparativos para el teatro de títeres. Y, cuando llegó el día, todos los funcionarios fueron acomodados en el salón principal, y recibidos con todos los honores. Y el mandarín Ku Ñao, impresionante con sus vestidos de gala, tomó la palabra y habló así:


- ¡Honorables funcionarios! Como vuestro mandarín, me embarga el placer de poder compartir este día con vosotros. Se os ha convocado hoy aquí porque vuestro mandarinato necesita de vuestra capacidad y de vuestras ideas.

- ¡Oh! – y también - ¡Ah! – dijeron los funcionarios.

- ¡Honorables amigos! Sé que no siempre tenéis ocasión de desplegar todo vuestro potencial, pero no penséis que este mandarinato os considera idiotas babeantes. Hoy es el día en que voy a pediros que desarrolléis ideas, proyectos, alternativas, propuestas, para mejorar el mandarinato y la satisfacción y el desarrollo profesional de los que en él trabajamos.

- ¡Oh! – y también - ¡Ah! – dijeron los funcionarios, atónitos.

- Ahora, mis queridos subnor...mis queridos amigos, mi discípulo Par Di Yo os dividirá en grupos y dedicaremos el día a desarrollar vuestras ideas y a exponerlas ante todos. Después, comilona con Mo-Go-Yón de licor de arroz.


Un aullido de alegría salió de las gargantas de los funcionarios que, enloquecidos de motivación, se pusieron a desarrollar ideas cual hormigas hacendosas. El día transcurrió productiva y felizmente. Surgieron muchas y grandes ideas, se comió y se bebió, y los funcionarios volvieron a sus casas mucho más felices. Cuando todo acabó, sólo quedaron en el gran salón el mandarín Ku Ñao y su discípulo, Par Di Yo.


- Bueno, Par Di Yo, ya está. Todo ha salido a la perfección. ¿Por qué sigues teniendo esa cara de gamba mustia, Bo-Nia-To?

- Maestro, porque yo sé...la verdad.

- Cierto, Par Di Yo, se me había olvidado. Los que sabemos la verdad tenemos que hacer un esfuerzo para no reírnos, je, je, je. ¡Qué bonitas salen estas reuniones, Par Di Yo, suena a participativo y todo eso, suena a recursos humanos, je, je, je! ¡Ay, criaturitas!

- ¿Maestro, qué hago con las propuestas y las ideas?

- Lo de siempre, ciervo de primavera. Mételas en un baúl y olvídate.

- Maestro, puede que al final alguien se dé cuenta de que realmente no se ha hecho nada y que esto no era más que un teatro de títeres, sin ningún valor real. Que les ha tomado el pelo, vaya.

- Te equivocas, Par Di Yo, serpiente deslenguada, claro que tiene valor. Hemos conseguido aumentar la motivación, ¿no? Y ese aumento les durará hasta que se den cuenta de que no pienso hacer nada de lo que han propuesto. Sí, a medio plazo, se darán cuenta y se desmotivarán aún más. Pero, con el nivel de rotación que tenemos aquí, el medio plazo me trae al fresco del ciruelo, Par Di Yo. Recuerda que los grandes mandarines siempre nos centramos en lo importante: el corto plazo. Y mañana, ya veremos. Sí, ha sido una representación magnífica, Par Di Yo, parecía de verdad. Bueno, recoge un poco esto, que yo me voy que está el opio de oferta en el Ka-Rre-Fú.

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así fue como el mandarín Ku Ñao elevó la tomadura de pelo a la categoría de gestión empresarial. Y así los escribas lo recogieron para que llegara hasta nuestros días:


Cuando el ánimo descienda

y hayan perdido la fe

tú no te preocupes, prenda,

móntales un paripé.

lunes, 26 de enero de 2009

Booker Little y unas herejías


Buenas. Primero, presentaros (la foto es de Don Schlitten) al trompetista Booker Little, descomunal potencial que en eso se nos quedó, ya que murió con 23 años, de fallo renal. Le dio tiempo a hacer algo de música y a soltar una frase lapidaria que me encanta. Ojo, porque puede provocar que algun@ se trague las semicorcheas del susto:


“Miles Davis, sin ser como tal un gran trompetista, tiene un sonido distintivo, muy personal”.


El silencio se corta con un cuchillo. ¿Cómo? ¿He oído bien? ¿Este niñato se atreve a decir que Miles no era un gran trompetista? Pues lo dijo. Y es que, de vez en cuando, hay que herejizar.


No me queméis el blog todavía. Pensemos lo que quería decir y. entonces, a lo mejor,...descubrimos que algo hay de cierto en ello. O no. ¿Quién se atreve a abrir el melón de uno de los debates gordos del jazz? Yo sólo diré que, en parte, estoy de acuerdo con Booker.


Además de decir cosas políticamente incorrectas, Booker también sabía tocar la trompeta, con un toque peculiarmente melancólico. Aquí se hace acompañar de un grupo pocho: Tommy Flanagan al piano, Scott LaFaro al bajo, y Roy Haynes en la batería. Este es un tema del propio Booker, y se llama “Life’s a little blue”. Pues sí, es cierto.



sábado, 24 de enero de 2009

50 años


El sempiterno "mejor-disco-de-la-historia-del-jazz" cumple 50 años, y no se conserva mal. Se grabó en 10 horas.

¿Hace falta que diga la alineación? Miles Davis, trompeta; Julian "Cannonball" Adderley, saxo alto; John Coltrane, saxo tenor; Bill Evans, piano; Paul Chambers, bajo y Jimmy Cobb, batería. En el banquillo de los suplentes, el ilustre Winton Kelly, que toca el piano en el corte 2, "Freddie Freeloader".

Esto es, como no, "So What".



jueves, 22 de enero de 2009

La voz del bajo fondo

"Y éste es un jazz que hice así, de algunos pedacitos le robé a Charlie Kunz, a Tommy Dorsey, a Jimmy Dorsey, y también al Quinteto Hot Club de Francia, esta parte, principalmente"

Esto decía Roberto Parra, el más canalla de toda la “tribu de los Parra”, aquella famosa familia de artistas y músicos chilenos, Nicanor, Ángel, Violeta, Isabel, cuando hablaba de esa especie de género desarrollado por él y que se dio en llamar “jazz guachaca”, esa mezcla de cueca, tango, bolero, corrido y jazz, Django Reinhardt tocando en los prostíbulos de San Antonio. El Diccionario de la Real Academia define “guachaca” como “ordinario”, y también “persona que acostumbra a beber en exceso”. Creo que el tío Roberto, cantor de boliches y circos, de burdeles y tabernas, hubiera estado de acuerdo. Aquí os le dejamos, recordando a “La Negra Ester”. Esto se escucha con vino.



miércoles, 21 de enero de 2009

Argumentario Proletario


¡RIIING! ¡RIIIING!

- ¿Sí? ¿Quién es?

- Troglo, soy Carlos Marx.

- ¿El del chocolate Mars?

- ¡El del materialismo dialéctico, subnormal!

- ¡Bueno, bueno, qué carácter! ¿Y qué te cuentas?

- ¿Cómo va el tema de la revolución?

- Regular, pero yo creo que ahora, con la crisis y eso, se va a animar.

- ¡Grrrr! ¿Estás socavando el capitalismo desde dentro, como quedamos?

- Hombre, yo, de momento, no me compro nada. Pero no sé si eso es ser revolucionario o sólo tacaño.

- Bueno, algo es algo. ¿Y la dictadura del proletariado, para cuando?

- No sé yo si eso me convence mucho. Es que Bakunin me hace mejor oferta, no hay que pagar dictadura.

- Hombre, si ahora nosotros tenemos una promoción que los primeros tres meses son sin plusvalía, sólo pagas la alienación.

- Sí, pero es que....

- Y te regalamos el carnet y unos gramitos de opio del pueblo.

- Bueno, mira, me lo voy a pensar, ¿eh?

- ¡No pierdas esta oportunidad, ahora es el momento!

- Que sí, que yo me lo pienso. Venga, adiós.

- ¡Y educa al loro en las ideas revolucionarias!

- ¡Que sí! ¡Adiós!


Joer, qué presión. Me vuelvo a la cama.

lunes, 19 de enero de 2009

Felicidades, Edgar


Tal día como hoy, Edgar Allan Poe habría cumplido 200 añazos. A mi loro, Puto Bocazas, y a mí, no se nos ha ocurrido mejor homenaje que destrozar un poquito su maravilloso poema, “El cuervo”, convirtiéndolo en “El loro”. Va por ustedes.


Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,

meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral

y asentía, adormecido, de pronto se oyó un sonido,

como si algo suavemente hurgara en el mueble bar.

"Ha de ser un ratón -me dije-, o que el mueble cierra mal;

sólo eso y nada más."


Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:

"Ratonzuelo, o lo que sea, lo tengo que averiguar

pues estaba entontecido cuando oí aquel sonido

y tan suave ha sido el tintineo botellar

que dudé de haberlo oído...", y abrí raudo el mueble bar:

sólo sombras, nada más.


Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos

pero pronto aquel sonido se escuchó más pertinaz.

"Esta vez suena, copón, que se están bebiendo el ron;

veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.

Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.

¿Estaré trompa, quizás?".


Mas cuando abrí cautamente escapó rápidamente,

agitando el plumaje, un loro muy verdoso y tropical.

Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,

con aire envarado y grave fue a posarse el animal,

en un busto de Miles Davis que hay encima del umbral;

fue, posóse y nada más.


Esta verde y torva ave trocó, con su aire grave,

en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.

"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser

osado, viejo loro desterrado de la selva tropical;

¿por qué te privas mi ron, por qué no te largas ya?"

Dijo el loro: "¡Nunca más!".


Que un ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa

sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,

pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido

ocasión de ver un loro reventando el mueble bar.

Ni ave ni bestia alguna que tuviera morro tal

que dijera no pirarse...nunca más.


Mas el loro, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,

como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.

No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna

hasta que al fin musité: "Vi a otros gorrones volar;

por la mañana él también, cual mis ahorros, volará".

Dijo entonces :"Nunca más".


"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;

¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!

¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje

quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi mueble bar!

¡Quita el pico de mi whisky, tus garras del pacharán!"

Dijo el loro: "Nunca más".


Y el impávido loro osado aun sigue, sigue posado,

en el negro busto de Miles que hay encima del umbral;

y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,

que se bebe mis cubatas, pone mis discos de jazz;

se come el jamón serrano y, cual destino fatal

no me dejará tranquilo...¡nunca más!.


Muchas felicidades, Edgar. Así que ya sabéis, niñas y niños, hoy hay que leer algo de Poe y ver menos la tele.

domingo, 18 de enero de 2009

En silencio

Esta me la dedico a mí mismo. Me la merezco.

jueves, 15 de enero de 2009

Los detectives salvajes

Pues esto eran el teniente Colombo y la señora Fletcher, que les había contratado la SGAE para investigar el gran robo de los derechos de autor. Pues iban por la calle y entraron en un bar:


- Buenas – dijo el teniente Colombo - ¿Este bar se llama “Don Quijote”?

- Pues sí – dijo el camarero.

- Pues por utilizar ese nombre tiene que pagar derechos de autor, listo – dijo la Fletcher.

- ¿Qué derechos ni qué gaitas? Si eso es más viejo que el anuncio de La Casera, está caducao.

- El de Cervantes sí, espabilao. Pero, ¿a que no sabe que hay una peli de Orson Welles que se llama “Don Quijote”? Je, je, le he pillao, a pagar – dijo el teniente Colombo.

- ¿Y que tiene en la pared? ¿Un calendario? – pregunto Jessica Fletcher.

- Pues claro.

- Pues hay que pagarle derechos de autor al Vaticano, que es un calendario gregoriano – dijo muy puesta la señora Fletcher.

- ¡Pero si el que lo inventó está muerto hace una porción de años! ¿También hay una película?

- A ver, hombre de dios – dijo con paciencia la Fletcher – El que lo inventó fue un Papa, ¿no? Un Papa tiene que ser santo obligatoriamente, ¿no? Eso significa que accede a la vida eterna. Si su vida es eterna, sus derechos de autor también. Asi que apoquina, so chorizo.

- ¡Jo, jo! Muy bueno, Jessica. Le has dejao planchao al pirata este– dijo Colombo.

- ¿Saben que les digo? – berreó el camarero - ¡A la mierda!

- Esa frase es de Fernando Fernán Gómez – dijo Colombo – Así que son 10.000 más.

- ¡Aaargh!

- ¡Y ese ataque con el cuchillo que está haciendo a mi compañero ahora mismo está claramente copiado de “Psicosis”! - dijo la astuta señora Fletcher -Así que todo suma...¡Ah, y pague el canon, por si se nos ha escapado algo!

lunes, 12 de enero de 2009

Lo blanco y lo que no

- Troglo – dijo mi amado loro, Puto Bocazas – A ver, ¿por qué pone aquí que Obama es el primer presidente negro de los Estados Unidos?

- Será porque lo es, Puto Bocazas.

- Hum, cada vez entiendo menos los disparates de los humanos, pero la lógica de un loro es implacable. Vosotros no engendráis por esporas, sino como consecuencia de la unión sexual de macho y hembra, ¿no?, como los loros.

- Mayormente.

- Y el hijo, vamos a suponer, tendrá aproximadamente un 50% de material genético procedente del padre y otro 50% de la madre, ¿no?

- Supongo que más o menos.

- Pero la madre de Obama es blanca. Así que yo puedo decir, con la misma razón, que Obama es el...el que sea...el gromecientosavo presidente blanco de los Estados Unidos.

- Pero no es blanco.

- Si no es blanco, tampoco negro. ¿No estamos al 50%? Y, si dices que es negro, entonces yo tengo el mismo derecho a decir que es blanco. Así que, si no es blanco, no es negro, y si es negro, es blanco.

- Me estás empezando a liar, Puto Bocazas. ¿Tan divertido te resulta sacar siempre a la palestra las incongruencias de los humanos?

- Pues sí, la verdad.

- ¡Grrr! Tus disparatadas conclusiones me llevan a pensar que, cuando decimos “el primer presidente negro” queremos decir “el primer presidente no blanco”.

- Y ¿por qué hay que decirlo? ¿Decís “el vigesimoprimer presidente blanco”?

- Pues no. Supongo que se da por hecho.

- ¿Debo entender que “presidente blanco” es una redundancia?

- Tal parece. Casi un pleonasmo.

- Qué cosas. Pero “primer presidente no blanco” puede significar cualquier cosa. Podría ser chino, o indio, o marciano, o hasta negro. Además, por el mismo razonamiento anterior, sería también el “primer presidente no negro”, porque tampoco es negro.

- Pues es verdad. Habrá que afinar más.

- ¿Te imaginas que el presidente fuera un transexual mulato? Habría que decir “el primer presidente no hombre, no mujer, no blanco, no negro”, je, je, je. O “el primer presidente hombre, mujer, blanco y negro”.

- ¡No digas burradas! ¿Sabes que te digo, Puto Bocazas? Que me estás poniendo no blanco con tus chorradas. Así que saca el ron blanco, el ron miel y el ni lo uno ni lo otro, que vamos a hacer un cubata mestizaje total para despejar el cerebro.

- Pero con un 90% de alcohol, je, je, je.

domingo, 11 de enero de 2009

Dios y eso

Y Dios dijo: como hoy es sábado y no tengo nada que hacer, voy a crear al hombre. Y así fue. Y dijo Dios: hombre, vigílame la creación, que voy a por tabaco.


Pero cuando Dios volvió, el hombre la había liao parda, había llevao a sus amigotes y había dejado la creación hecha unos zorros. Así que Dios le castigó y le dejó sin paga, y eso es lo que se llama “crisis económica”, que durará hasta que a Dios se le pase el berrinche. Eso, por ser tan malos.

viernes, 9 de enero de 2009

Tony Perkins


Comentando algo de cine con la amiga Esther, nos vino a la cabeza un dato curioso que mucha gente no conoce, y es que Anthony Perkins (sí, el Norman Bates de “Psicosis”) tenía otra cara: fue cantante de jazz, además de actor.


Hombre, no es que revolucionara la música, pero no es el típico actor chorra que se mete a cantar. Lo hace bastante bien, y algun@ quedará agradablemente sorprendid@. Cuando su carrera como actor empezó a despegar en serio, Tony se concentró en ella y dejó el mundo musical. Tenemos como recuerdo de su carrera de cantante tres LP’s, que yo conozca.


El tema que os traigo es uno muy conocido de Cole Porter, “Miss Otis regrets”, “blues style” de forma y fondo. Me encanta esta canción tan peculiar, con esa letra tan triste. Tony, además, se acompaña de buenos músicos: Hal McKusick al saxo alto, el infravalorado Jimmy Cleveland al trombón, el polivalente Jerome Richardson a la flauta, el siempre interesante Chuck Wayne a la gutarra, John Mehegan al piano (John publicó varios libros sobre jazz), y Eddie Safranski, el magnífico bajista de la orquesta de Stan Kenton.


Y es que me encantan las rarezas.


Miss Otis regrets she's unable to lunch today, Madam.
Miss Otis regrets she's unable to lunch today.
She is sorry to be delayed,
But last evening down in Lover's Lane she strayed.
Madam.
Miss Otis regrets she's unable to lunch today.

When she woke up and found, that her dream of love was gone.
Madam.
She ran to the man who had lead her so far astray.
And from under a velvet gown,
She drew a gun and shot her lover down,
Madam.
Miss Otis regrets she's unable to lunch today.

When the mob came and got her and dragged her from the jail,
Madam,
They strung her from the old willow cross the way.
And the moment before she died,
She lifted up her lovely head and cried,
Madam.
Miss Otis regrets she's unable to lunch today.



domingo, 4 de enero de 2009

Soluciones simples a la crisis

Estimados gobernantes, goberneitors y gobernáculos de la cosa:


Me he tomado la libertad, tras observar su tontuna congénita y la falta de recursos de su caletre, de diseñar unas soluciones infalibles para la pertinaz crisis que nos azota, que les envió de forma desinteresada para su inmediata aplicación. No deseo reconocimiento alguno, aunque un par de premios Nobel no estarían mal.


Lo primero es dotar fondos urgentemente para la construcción de un famobilizador. Debido al deterioro de sus neuronas, es posible que ustedes no sepan lo que es un famobilizador. Se lo explico pacientemente: un famobilizador es una máquina que reduce a una persona al tamaño de un clic de Famobil. Aplicado a toda la población, la solución a la crisis está garantizada. Ya no hay problema con las hipótecas, ya que en una casa de 40 metros caben, yo que sé, 200 clics lo menos, que pueden compartir los gastos, y les sale a precio de risa. Y la comida igual, con una aceituna rellena cubrimos las necesidades calóricas diarias de un clic. ¿La gasolina? En un solo coche pueden viajar cómodamente 100 clics o por ahí. Esto, además, reduce los atascos y la contaminación.


El famobilizador tiene además otro efecto muy interesante para sus corrupcelencias, y es que, aunque la peña proteste y se manifieste, como son tan pequeños, pues se les oye muy poco y dan poca guerra, además de que las piedras que puede tirar un clic antisistema son muy pequeñas y no hacen daño.


Pero esto no es todo, tengo una segunda opción que, combinada con la anterior, puede solucionar las crisis para siempre. Para ponerla en marcha bastaría dotar fondos para la construcción de un primatizador. Posiblemente su idiotez mayestática haga que no sepan lo que es un primatizador. Yo se lo explico. El primatizador es un rebobinador evolutivo, como cuando rebobinas una casette. El hombre desciende del simio, ¿no?, pues si le aplicas el primatizador a la peña, van para atrás en la evolución y se vuelven otra vez simios, sean orangutanes, chimpancés, gorilas, a gusto del consumidor. Y ya está solucionado, porque a los monos no les afectan las crisis económicas, porque los monos pasan de todo. No hacen más que rascarse el culo, quitarse piojos y comer cualquier porquería que se encuentran. Además, piénsenlo, muchas personas encontrarían su verdadera vocación en ser simios, sin señalar a nadie.


Tenía otra idea genial para acabar con la crisis, que era darles kilos y kilos de millones de kilos de la gente a los banqueros, pero ya veo que se me han adelantado. Debe haber alguien inteligente entre ustedes.


Pues eso, con esto y un bizcocho, se acabó la crisis. De todas formas, si quieren, puedo inventarme más soluciones creativas. Para eso estamos, para ayudar al país. Un saludo, y que les cunda.