jueves, 22 de enero de 2009

La voz del bajo fondo

"Y éste es un jazz que hice así, de algunos pedacitos le robé a Charlie Kunz, a Tommy Dorsey, a Jimmy Dorsey, y también al Quinteto Hot Club de Francia, esta parte, principalmente"

Esto decía Roberto Parra, el más canalla de toda la “tribu de los Parra”, aquella famosa familia de artistas y músicos chilenos, Nicanor, Ángel, Violeta, Isabel, cuando hablaba de esa especie de género desarrollado por él y que se dio en llamar “jazz guachaca”, esa mezcla de cueca, tango, bolero, corrido y jazz, Django Reinhardt tocando en los prostíbulos de San Antonio. El Diccionario de la Real Academia define “guachaca” como “ordinario”, y también “persona que acostumbra a beber en exceso”. Creo que el tío Roberto, cantor de boliches y circos, de burdeles y tabernas, hubiera estado de acuerdo. Aquí os le dejamos, recordando a “La Negra Ester”. Esto se escucha con vino.



14 comentarios:

Ralph dijo...

Troglo estás bajando el octanaje, en otra ocasión nos hubieras recomendado de WhiskY de garrafón hacia arriba. Saludos.

Troglo Jones dijo...

Todo tiene su aquel, Ralph, además puede ser vino de algo octanaje, del que destila el loro, no te fies.

Abrazos.

Armando dijo...

¡Ah los Parra¡ Pues no está tan guachaca la negra.

Troglo Jones dijo...

Cuidado, Armando, que estas mujeres tienen mucho peligro.

Salud.

Doctor Krapp dijo...

El jazz canalla de Django y discípulos de la latinidad caliente y del mundo flamencoso, zíngaro y centroeuropeo es el mejor antídoto contra el jazz purista de corbata y chaleco con licenciaturas en Juillard que nos quieren imponer desde las tierras del Tío Sam.

Troglo Jones dijo...

Hola, Doctor:

Sí, es interesante que el jazz se licencie, pero tiene que tener algo de "verdad", si no, se convierte en insípido. Al fin y al cabo, gran parte de nuestra raiz es algo tan poco académico como el blues, ni más ni menos.

Salud.

Esther dijo...

Hola Troglo, ayer por la noche seguí tus instrucciones y me tomé una copa de vino mientras escuchaba tranquilamente a La Negra Esther, que por cierto me gustó mucho.

Un fuerte abrazo.

Troglo Jones dijo...

Hola, Esther. O sea que, si no te lo hubiera dicho yo, no te hubieras tomado ese vinito, ¿eh? Je, je. Me alegro que te haya gustado el tema de tu negra tocaya.

Abrazos.

Sebastián Mondéjar dijo...

Pues yo lo he escuchado sin vino y me ha encantado. ¿De dónde sacas estas reliquias? Tal vez es un poco largo de más, pero evoca muy bien el ambiente alegre y bailarín de las tabernas de la época. No deja de ser curioso que el jazz se abriera paso en Europa y América Latina de un modo similar, fusionándose con músicas autóctonas y palos populares.

Saludos y salud.

Troglo Jones dijo...

Salud, Sebastián:

Supongo que, como las plantas, la música se alimenta del sustrato que encuentra y así, crece de un modo u otro. Y a veces, aunque el sustrato sea distinto, la planta se parece. Misterios.

Sí, este tema es quizá un poco largo. Iba a decirte que podías acceder a este LP, "Los tiempos de la negra Ester" en perrerac.blogspot.com, pero me temo que han cerrado el blog. Te informaré si vuelvo a localizarlo accesible.

Un abrazo.

Lienzo tierra dijo...

Bueno, pues escuchando la Negra Ester he empezado yo el lunes. No es mala forma ;-)

Troglo Jones dijo...

No hay muchas formas buenas de empezar el lunes, Mamen, pero esta ayuda un poco.

Abrazos.

Félix Amador dijo...

Jazz en los bajos fondos. Un ángel en un vertedero. Belleza en la decadencia.

Maravillosa voz.

Troglo Jones dijo...

Hola, Félix. Como tú dices, una voz de verdad. Arte naciendo de la miseria, y un descomunal amor por la vida.

Salud.