miércoles, 28 de enero de 2009

Cuentos de los mandarines: el teatro de títeres


El mandarín Ku Ñao reflexionaba sobre la sutileza que un generoso chorro de A-Nís era capaz de aportarle al mejor de los tés, cuando apareció en la puerta su discípulo, Par Di Yo.


- Saludos, oh, Venerable Maestro Ku Ñao. ¿Os dignaréis conceder algo de vuestro valioso tiempo a este miserable siervo? – dijo Par Di Yo, mientras tocaba la alfombra con la frente.

- Adelante, Par Di Yo, membrillo del bosque. Hoy me siento generoso con los simples de espíritu, o será que empiezo a estar Trom-Pa. ¿Qué te aflige, hijo mío?

- Maestro, los funcionarios tienen la moral más baja que la Bol-Sa.

- ¿Qué les pasa a esas sanguijuelas desagradecidas, Par Di Yo?

- Veréis, Maestro, se quejan de que su trabajo cambia menos que la ceremonia del té. Siempre hacen lo mismo, a toda velocidad, y con una calidad mínima, porque si no, no llegan. Ya no les gusta su trabajo, están estancados, y ven que su desarrollo profesional está parado desde la dinastía Manchú.

- ¿Y por qué tiene que gustarles, si vienen a currar? ¡Que vayan al Ci-Né! ¡Cigüeñas alcoholizadas! ¡Oh, qué gran placer sería poner a todos en la Pu-Ta Ka-Yé! Lo malo es que entonces tendría que currar yo. ¿Qué rotación de personal tenemos este año del buey, Par Di Yo?

- En nuestra línea, Maestro, 70%.

- ¡Ka-Chís los petardos! Tengo que reconocer que es excesivo hasta para nosotros, Par Di Yo. No es que me importe que se piren, pero eso puede repercutir en que gane menos Pas-Tá, o que tenga que contratar a otros más caros. ¡Par Di Yo, se impone conseguir mayor motivación de estos pulgones del limonero! ¡Hay que preparar el teatro de títeres!

- ¡Maestro, cualquier cosa menos eso! ¡El teatro de títeres no!

- ¡Silencio, pato de Pekín! ¿Qué mosca del bambú te ha picado, Par Di Yo? El teatro de títeres es una magnífica herramienta de motivación, además de barata, que es lo importante. Además, hace tiempo que no lo hacemos. Seguro que, con lo rápido que se pira la Pe-Ñá de este mandarinato, ninguno de los funcionarios actuales ha asistido anteriormente a un teatro de títeres. ¡Par Di Yo, para dentro de una semana tenemos que tener organizado un teatro de títeres! Reserva el salón principal, convoca a todo el mundo y prepara lo necesario. ¡Y quita esa cara de cordero mongol degollado!

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así, en el mandarinato de Ku Ñao se hicieron los preparativos para el teatro de títeres. Y, cuando llegó el día, todos los funcionarios fueron acomodados en el salón principal, y recibidos con todos los honores. Y el mandarín Ku Ñao, impresionante con sus vestidos de gala, tomó la palabra y habló así:


- ¡Honorables funcionarios! Como vuestro mandarín, me embarga el placer de poder compartir este día con vosotros. Se os ha convocado hoy aquí porque vuestro mandarinato necesita de vuestra capacidad y de vuestras ideas.

- ¡Oh! – y también - ¡Ah! – dijeron los funcionarios.

- ¡Honorables amigos! Sé que no siempre tenéis ocasión de desplegar todo vuestro potencial, pero no penséis que este mandarinato os considera idiotas babeantes. Hoy es el día en que voy a pediros que desarrolléis ideas, proyectos, alternativas, propuestas, para mejorar el mandarinato y la satisfacción y el desarrollo profesional de los que en él trabajamos.

- ¡Oh! – y también - ¡Ah! – dijeron los funcionarios, atónitos.

- Ahora, mis queridos subnor...mis queridos amigos, mi discípulo Par Di Yo os dividirá en grupos y dedicaremos el día a desarrollar vuestras ideas y a exponerlas ante todos. Después, comilona con Mo-Go-Yón de licor de arroz.


Un aullido de alegría salió de las gargantas de los funcionarios que, enloquecidos de motivación, se pusieron a desarrollar ideas cual hormigas hacendosas. El día transcurrió productiva y felizmente. Surgieron muchas y grandes ideas, se comió y se bebió, y los funcionarios volvieron a sus casas mucho más felices. Cuando todo acabó, sólo quedaron en el gran salón el mandarín Ku Ñao y su discípulo, Par Di Yo.


- Bueno, Par Di Yo, ya está. Todo ha salido a la perfección. ¿Por qué sigues teniendo esa cara de gamba mustia, Bo-Nia-To?

- Maestro, porque yo sé...la verdad.

- Cierto, Par Di Yo, se me había olvidado. Los que sabemos la verdad tenemos que hacer un esfuerzo para no reírnos, je, je, je. ¡Qué bonitas salen estas reuniones, Par Di Yo, suena a participativo y todo eso, suena a recursos humanos, je, je, je! ¡Ay, criaturitas!

- ¿Maestro, qué hago con las propuestas y las ideas?

- Lo de siempre, ciervo de primavera. Mételas en un baúl y olvídate.

- Maestro, puede que al final alguien se dé cuenta de que realmente no se ha hecho nada y que esto no era más que un teatro de títeres, sin ningún valor real. Que les ha tomado el pelo, vaya.

- Te equivocas, Par Di Yo, serpiente deslenguada, claro que tiene valor. Hemos conseguido aumentar la motivación, ¿no? Y ese aumento les durará hasta que se den cuenta de que no pienso hacer nada de lo que han propuesto. Sí, a medio plazo, se darán cuenta y se desmotivarán aún más. Pero, con el nivel de rotación que tenemos aquí, el medio plazo me trae al fresco del ciruelo, Par Di Yo. Recuerda que los grandes mandarines siempre nos centramos en lo importante: el corto plazo. Y mañana, ya veremos. Sí, ha sido una representación magnífica, Par Di Yo, parecía de verdad. Bueno, recoge un poco esto, que yo me voy que está el opio de oferta en el Ka-Rre-Fú.

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así fue como el mandarín Ku Ñao elevó la tomadura de pelo a la categoría de gestión empresarial. Y así los escribas lo recogieron para que llegara hasta nuestros días:


Cuando el ánimo descienda

y hayan perdido la fe

tú no te preocupes, prenda,

móntales un paripé.

12 comentarios:

Toni dijo...

Vaya con Ku-ñao, me parece que yo tengo algún jefe así de... o no, ya les gustaría ser la mitad de listos...

Saludos.

Troglo Jones dijo...

Ten cuidado, To-ni, que el mundo está lleno de Ku Ñaos en potencia. Eso sí, es verdad que son muchos los llamados, y pocos los elegidos, je, je.

Abrazos.

Armando dijo...

Pues el Par di yo no se ve muy cínico. Talvez si lograra que Ku Ñao le diera seguimiento a las propuestas el año siguiente, logra matarlo de un ataque risa y cambia un poco las cosas y mejor paro porque ya me estoy motivando.

Abrazos

Esther dijo...

MA GUS-TAO MU-XO.

风等)轻拂,轻触

Doctor Krapp dijo...

¿Y dígame usted escriba Troglo, cabría la posibilidad de que a la par de una tradición escrita, el mandarín Ku- Ñao tuviera una amplia descendencia y que alguno de sus congéneres pudiera vivir hoy en día entre nosotros?
¿Alguna relación entre el teatro de títeres y el rollito de primavera?

Lienzo tierra dijo...

Ku-ñao sí que sabe. Al menos motiva a la pe-ña. Aquí ni eso, no son ni la cuarta parte de inteligentes.

Me ha gustado. Ya echaba de menos las historietas de mandarines ;-)

Troglo Jones dijo...

Saludos varios:

Armando, es que Par Di Yo se desmotiva también, pero ya volverá por sus cínicos fueros. Claro que a Ku Ñao hay que vacilarle con cuidadito, que es astuto. No te preocupes, el año que viene, otro teatro. Sigue motivado.

Je-lou, Esther. Ma-Le-Gro Mu-Xo, Je-Je. Un beso de Ku Ñao.

Doctor, los mandarines han existido desde la noche de los tiempos, y siguen entre nosotros, no lo dude. Lo que pasa que se ha perdido categoría, la raza mandarínica degenera. Yo estoy aquí para devolverle su orgullo.

En el buffet del teatro de títeres se sirvió rollito de primavera, Familia Feliz y Hormiga-sube-al-árbol, je,je.

Abrazos a To-di-t@s.

Troglo Jones dijo...

Ma-men, te has escapao en el comentario anterior. Lo malo es que no rotes y te toque ir al teatro de títeres sabiendo de que va la vaina, pero tienes que fingir que no. Entonces no te motivas mucho, je, je.

Abrazo.

Ralph dijo...

Yo tuve el honor de ir al teatro de títeres nueve años consecutivos, al décimo no me pasaron invitación sino Fin- iquito.

Troglo Jones dijo...

Ralph, eres un santo varón. Yo hubiera incendiado la empresa mucho antes, ja, ja. En fin, aunque recibir el Fin-ikito es muy desagradable, creo que estás mejor lejos del teatrillo.

Abrazos.

Sebastián Mondéjar dijo...

(Transcripción de una copla mía al chino mandarín. Va por Vd. y por todos los aquí presentes).

"Somos todos malionetas,
porque a todos se nos sienten
los hilos que nos sujetan
aunque sean tlanspalentes."

¡Salud!

Troglo Jones dijo...

Je, je, Sebastíán, me asombra tu dominio del mandarín. Muchas gracias por tu poesia, además de buena, totalmente real, y es que nos engañan como a chinos.

Salud.