jueves, 29 de octubre de 2009

Portadas que me gustan


Sugerente portada para el amigo Donad Byrd. Si os fijáis veréis que los créditos adjudican tanto la foto como el diseño a vuestro bien conocido Reid Miles. Fijaros que diferente es esta portada de la anterior, el “In n’ Out” de Joe Henderson. Y sigue siendo Reid Miles, en otro registro.


Y en todos los registros se mueve Donald Byrd en este “Free Form”, disco variado donde los haya: soul, funky, bop, y hasta experimental a ratos. Os dejo esta simpática y harbopera “Nai Nai”, original de Donald. La alineación, de peso, ya la veis: Donald Byrd, trompeta, Wayne Shorter al saxo, Herbie Hancock al piano, Butch Warren al bajo y Billy Higgins a la batería. Pues eso.



domingo, 25 de octubre de 2009

Portadas que me gustan


Paradigma de lo simple (en apariencia) es esta portada de Reid Miles (podéis ver su firma en la pata de la T) con foto pequeñita de Francis Wolff para un discazo de Joe Henderson de 1964. Aparte de los músicos que véis en la portada, el “etc” es McCoy Tyner al piano.


El tema, original de Joe, se llama “Serenity”, lo que no es mala cosa en estos tiempos.



miércoles, 21 de octubre de 2009

Cuentos de los mandarines: el Sagrado Ternero

El poderoso mandarín Ku Ñao dormía la siesta del burro en su despacho cuando apareció por allí la desmañada figura de su discípulo, Par Di Yo.


- Maestro, ¿puedo importunar a vuestra mandarinez? ¡Maestro! ¡MAESTRO!

- ¿Eh? ¿Qué? ¿Los mongoles? ¿Eres tú, Par Di Yo, lagarto con meningitis? ¿Cómo osas molestarme cuando estoy pensando?

- Mil perdones, Maestro, pero los efluvios de vuestros pensamientos resuenan por todo el mandarinato en forma de ronquidos. ¿Quizá vuestra excelencia podría pensar de modo más discreto?

- ¿Insinúas que dormía, Par Di Yo, dragón hermafrodita? ¡Grrr, ahora ya me he desvelado…digooo, he perdido el hilo de mis profundos pensamientos!

- Maestro, aprovechando esta circunstancia, querría haceros una importante pregunta.

- Está bien, pregunta, alacrán silvestre.

- Maestro, he notado que, en la vida profesional, y especialmente en este mandarinato, medran los mediocres y los que no arriesgan nada.

- ¿Qué insinúas, Par Di Yo, hijo de un chivo con tres patas?

- ¡Nada, Maestro, nada! Vuestro caso es la excepción que confirma la regla, je, je. Simplemente, he notado que la gente siempre hace lo mismo y de la misma manera. Parece que el mundo está estancado, que no se piensa. Y además, esos son precisamente los que ascienden. Los que osan…

- Basta, Par Di Yo. He oído bastante. ¿Tú lees poco los Antiguos Pergaminos, verdad?

- Yo, Maestro, mayormente el Mar-Ca, je, je.

- Eres un boniato salvaje, Par Di Yo. ¡Coge los Antiguos Pergaminos del estante!


Par Di Yo cogió el pesado volumen.


- Ahora, Par Di Yo, busca y lee el antiquísimo poema del Sagrado Ternero. En él encontrarás las respuestas que buscas.


El discípulo buscó y encontró rápidamente lo que le decía Ku Ñao. Y esto era lo que aquel poema contaba:


Hace mucho, por el bosque perdido,

a su cobijo se dirigió un ternero.

Pero trazó un camino retorcido,

y tortuoso cual alma de banquero.


Han pasado mil años y algún día;

el antiguo ternero ya no existe

pero aún sigue existiendo aquella vía

con una moraleja muy cómica y muy triste.


Un loro solitario que pasó

al día siguiente la senda recorrió;

y un carnero, de rebaño sargento,

a sus cien ovejas con él arrastró

por aquel camino a paso lento.


Desde aquel día, con subidas, con bajadas,

en el bosque fue haciéndose un sendero

y los hombres recorrían sus quebradas

esquivando barrancos y agujeros

y jurando con furia soterrada.


Pero, con todo, los hombres seguían

- de verdad y de la buena, no se rían –

las locas migraciones del ternero

y allá andaron el sinuoso sendero

porque el ternero haciendo eses corría.


Y el sendero hecho por el ebrio vacuno,

se hizo camino en momento oportuno.

Y el camino llegó a ser carretera,

y pobres caballos, la lengua fuera,

andaban tres metros para recorrer uno.


Y así, durante años y años y años

todos seguían al ternero sagrado.

Y la carretera, no es caso extraño

llegó a ser callejuela de un poblado.


Y aún antes que te hubieras percatado

promocionó a avenida principal,

de una ciudad con parques y mercado.

Y bien pronto fue la arteria general

sí, de la mismita capital del estado.


Y los hombres, por tiempo ilimitado

siguieron con fe a Vacuno Primero.

Día tras otro, cual un rito sagrado

siguieron los dictados del ternero.


Millones de hombres son dirigidos

por un ternero muerto, madre mía.

Y siguen su camino retorcido

y se pierden cien años en un día.


Seguimos por un camino sinuoso,

arriba, más abajo, atrás, anguloso,

¡no pisen, no, donde otros no han pisado!

¡No salgan del sendero, surco sagrado

y que marca un destino terneroso!


Porque este es el respeto que se siente

por el bien establecido precedente.


- ¿Lo Pi-Yas, Par Di Yo?

- Lo Pi-Yo, Maestro. No te salgas del camino trillado, que no sales en la Fo-To. Aunque el camino vaya para atrás.

- Pues ya sabes, A-Jo-I-Agua, que los Antiguos Pergaminos nunca se equivocan. Y ahora retírate, que parece que estoy retomando el hilo de mis pensamientos,…¡zzzz!

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así Par Di Yo descubrió las enseñanzas del Sagrado Ternero. Pero los escribas no lo recogieron en sus versos, porque más versos hubiera sido abusar.


P.D: El poema es una modificación de uno que conozco hace mucho tiempo. La historia que cuenta es exactamente la misma, aunque la forma está muy cambiada, ya que en el original no rima apenas, y he quitado algunas cosas y he incluido otras. Desgraciadamente, no sé quién es el autor. Supongo que un mandarín cuyo nombre se ha perdido.


domingo, 18 de octubre de 2009

Portadas que me gustan


Portada de Tom Daly, con la colaboración de Ken Deardoff en el diseño del album, para el saxo alto “Cannonball” Adderley y sus muchachos. Portada nipona para este “Nippon Soul”, grabado en concierto en el Sankei Hall de Tokio en julio del 63. Original y muy a propósito.


Acompañan al enorme (corporal y musicalmente) “Cannonnball” su hermano Nat Adderley en la corneta, Yusef Lateef tocando de todo, como acostumbra (saxo, flauta, oboe), Joe Zawinul al piano, Sam Jones al bajo y Louis Hayes a la batería. Uno de los grupos más finos de don Julian Edwin Adderley, otro que por desgracia tampoco nos duró mucho, falleciendo en 1975.


Esto es “Brother John”, tema extenso, dedicado a Coltrane. Oiréis un solo de oboe de Yusef (que compuso el tema), cosa poco habitual en el jazz, y que le da cierto aire orientalesco a la cosa.



viernes, 16 de octubre de 2009

Patrimoniadas

- ¡Puto Bocazas! –le dije a mi loro, Puto Bocazas - ¿De qué cuernos vas disfrazado?

- Voy vestido de Abraham Lorincoln.

- ¿A santo de qué?

- Es la moda, Troglo. Además, hoy es el gromecientosavo aniversario de las cejas de Lincoln.

- ¡Vaya! Se me había pasado. Felicítalas de mi parte. ¿Tú tienes patrimonio, Puto Bocazas?

- Yo tengo patrimonio, matrimonio y antimonio.

- Pues creía que los políticos erais indigentes. O eso dicen los de aquí.

- Más bien estupefacientes. Yo soy ricacho porque descubrí pozos de tinta de impresora en la estepa gamusiana. A unos 4.000 euros el litro, me da para unos cubatillas.

- ¿Tú tienes 60.000 euros?

- No, no llevo suelto.

- Aquí hay un político que lleva en el sillón desde que Viriato era concejal, y dice que tiene un patrimonio de 60.000 euros.

- Ya veo. ¿Lo ha dicho bajo los efectos de las drogas?

- Probablemente, pero ha salido en el BOE.

- ¿En la Bacilada Oficial del Estado? ¡Oh, el culmen de la literatura humorística! A ver, déjamelo. ¡Je, je, je, es que esto no tiene precio! ¡”Democracia”, dice aquí, je, je, qué bueno! ¿Dónde está eso que dices? ¡Ah, ya lo veo! ¡Je, je, je! ¡Y hay otra que dice que tiene 30 y debe 100! ¡Jo, jo, jo! ¡Quiebra técnica, Troglo! ¿Quién le habrá prestado los 100, je, je, qué pringao? ¿Y en qué se los habrá gastado? ¿En güisqui? No, porque entonces tendría un patrimonio cogorzoso de 100. Claro que eso no es descartable, je, je, je. ¡Ay, si no fuera por estos raticos de risa que nos da el BOE!

- Cuidado, Puto Bocazas, hay gente que no sabe que es una obra de ficción.

- Hombre, tanto como de ficción, un respeto, Troglo, que es una publicación oficial. Tú puedes decir una gilipollez, pero no es una gilipollez oficial hasta que sale en el BOE.

- Deberíamos felicitar a estos grandes artistas de la parodia, Puto Bocazas. ¿No te parece que es el momento de ir sacando el kalashnikov?

- Pues casi sí, Troglo. Espera, que me voy a cambiar y me pongo el traje de Emiloriano Zapata.

domingo, 11 de octubre de 2009

Portadas que me gustan


Aquí va una divertida portada, de la que desconozco el autor (echadme un cable), con esos caballeros de singular aspecto, que son todos muy parecidos, pero son todos diferentes. El título de “The Brothers” hace referencia a aquellas alineaciones de saxofonistas que tuvo la excelente banda de Woody Hermann, con esos celebérrimos Four Brothers: Stan Getz, Zoot Sims, Herbie Steward y Serge Chaloff.


Aquí, los Four se vuelven Five: Stan Getz, Zoot Sims, Al Cohn, Brew Moore y Allen Eager. Excepto Moore, creo, todos los demás estuvieron en algún momento en la banda del tío Woody. Y a estas alturas de su carrera (1949) se hace francamente difícil diferenciarles. Se supone que la secuencia de solos en el tema que acompaña al post es: Getz, Moore, Sims, Cohn, Eager, pero porque lo dice el disco. Acompañan a este atracón de saxofones Walter Bishop al piano, Gene Ramey al bajo y Charlie Perry a la batería. El tema viene al pelo, “Battle of the Saxes”, un original de Cohn.



jueves, 8 de octubre de 2009

Cuentos de los mandarines: el Armatoste de Jade

Cierto día, el mandarín Ku Ñao, hacha de la gestión empresarial, y su discípulo, Par Di Yo, paseaban por los jardines imperiales cuando llegaron casualmente al emplazamiento del Gran Armatoste de Jade. Era éste un armatoste de sesenta varas de lado, colocado en medio del camino, que ocultaba el sol. No podías sentarte en él porque sus bordes eran filosos y producían hematomas en las nalgas. Además impedía el paso, por lo que para rodearlo había que penetrar en matorrales de espinosas zarzas. Y, aunque había otros caminos más cómodos, en cada ocasión que Ku Ñao paseaba por los jardines, elegía el camino del Armatoste y, al llegar a su altura, le ofrecía una respetuosa reverencia y salmodiaba una solemne oración.


- Maestro – preguntó Par Di Yo aquel día - ¿Por qué los mandarines reverencian a ese armatoste? Es feo cual camello con paperas, no sirve para nada, estorba y, además, debe haber costado un Pas-Tón.

- Par Di Yo, grillo sifilítico – dijo Ku Ñao - ¿Es que no comprendes que el armatoste simboliza la esencia empresarial?

- ¿Esa monstruosidad representa la esencia empresarial, Maestro? Yo pensé que la esencia empresarial era la eficacia.

- En verdad que tu burrez no conoce límites, Par Di Yo. ¡El armatoste es el dios de los consultores, macaco de la miel! ¡Atiende, porque voy a iluminar tu tenebroso cerebro, a ver si alguna vez hago de ti un mandarín de provecho!

- Ardo en deseos de saber, Maestro.

- ¿Recuerdas, Cen-To-Yo desplumado, aquel carísimo sistema informático que se instaló en la Compañía de Pandas Flatulentos?

- Ya lo creo, Maestro. ¡Menuda birria! Era inútil cual cenicero de Mo-To.

- Pero sigue allí, ¿no es cierto, Par Di Yo? Y lo siguen utilizando.

- Eso es lo que no me explico, Maestro. ¿Por qué siguen utilizándolo?

- Porque si no, no serviría para nada, merluzo de charca.

- ¡Pero es que no sirve para nada, Maestro!

- Par Di Yo, asno de las cien montañas, te falta sutileza oriental. Esa es la clave de la cuestión. Han gastado toneladas de tiempo y de oro en hacerlo y ahora ¿no sirve para nada? ¿No te das cuenta, chorlito ingenuo, que la empresa no puede admitir eso? Sería como reconocer que son imbéciles. ¡No queda más remedio que usarlo! Mientras algo se utilice, es que es útil. ¿Lo Pi-Yas, Par Di Yo?

- ¡Glubs! Creo que lo Pi-Yo, Maestro. ¿Significa esto que, para justificar el gasto y su propia existencia, hay que utilizar el armatoste? ¿No importa que no sirva para nada?

- De hecho, gibón borracho, si realmente sirviera para algo, no sería tan crítica su utilización.

- Ya veo, Maestro. Cuando algo no sirve para nada, debo tapar ese problema usándolo todo lo posible.

- Así es, Par Di Yo, ignorante bestezuela. Mientras algo esté en uso, es que para algo debe servir. Su nivel de inutilidad, junto con su coste, determinarán su grado de utilización.

- Esto es chocante, Maestro.

- ¿Chocante dices, Par Di Yo? Pura lógica, ceporro desnaturalizado. Toma cualquier empresa. Si a un alto coste, de cualquier proyecto, le sumas una baja utilización del mismo, ¿qué resultado te queda? Un alto nivel de imbecilidad de los responsables. Esto en si mismo es una falacia matemática, ya que es bien conocido que los responsables de una empresa, por definición, no pueden ser imbéciles.

- Maestro...

- Muérdete la lengua, Par Di Yo, serpiente venenosa, que te veo venir.

- Sí, Maestro.

- Así, Par Di Yo, en cada empresa uno puede mirar alrededor y detectar los Armatostes de Jade. Y, si uno tiene instinto de conservación y un cerebro bajo el gorro de mandarín, evitará criticarlos. Los Armatostes son inamovibles, invencibles, como la Gran Muralla. Si desaparecieran, alguien con responsabilidad quedaría como un imbécil, y eso no puede suceder. Están respaldados por el poder de la lógica, Par Di Yo. ¿Qué puedes tú oponer a eso?

- No sé, Maestro. ¿La verdad? ¿El sentido común?

- ¡Jo, jo, jo! ¡Qué me Tron-Cho! Par Di Yo, cúbrete para no pincharte con las zarzas, y sigue tu camino.

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así fue como Par Di Yo aprendió que cuánto más inútil y cara fuera una cosa, más obligatorio era utilizarla y alabarla. Y los escribas recogieron estas enseñanzas en sus ágiles versos:


¿Qué funciona como el culo?

Si me ha costado un pastón

la cagada disimulo

usándolo con fruición.

lunes, 5 de octubre de 2009

Portadas que me gustan


Otra estupenda y divertida portada del amigo David Stone Martin, en esta ocasión para dos músicos que, a primera vista, parecían poco compatibles: el preciosista Stan Getz al saxo y el vitamínico Lionel Hampton al vibráfono. Pues resulta que son como los dátiles con bacon, aunque parezca raro, la mezcla funciona. Para sazonar la cosa, Hamp & Getz se acompañan de Lou Levy al piano, Leroy Vinnegar al bajo y Shelly Manne a la batería. Y el tema es un clasicazo de Ray Noble, “Cherokee”. Y qué hambre me está dando.



viernes, 2 de octubre de 2009

Olimpiadas

Así que estaba yo revisando el cuarto de baño, que necesita alguna chapucilla, y le dije a mi loro, Puto Bocazas, le dije:


- Puto Bocazas, ¿sabes lo que quedaría bien en este baño? Unos Juegos Olímpicos.

- ¡Qué causalidad, Troglo! Justo el otro día me estaba yo sacando brillo al pico y pensaba, joer, qué bonitos quedarían unos Juegos Olímpicos en este baño, con la luz que tiene.

- ¿A qué sí?

- Y si tiraras de la cadena de vez en cuando, mejor todavía.

- Bah, Puto Bocazas, eso, con los Juegos Olímpicos, ni se nota.

- Y que cambiaras las toallas alguna vez tampoco estaría mal.

- ¿Para qué, Puto Bocazas? Ya has comprobado que, con el tiempo suficiente, al final las toallas salen andando ellas solas.

- ¡Brrrr! ¡Me dan escalofríos sólo de recordarlo!

- Y, además, esos son temas secundarios, Puto Bocazas. Te digo yo que con unos Juegos Olímpicos se acaban todas las penurias de este baño, olvídate de esas chorradas.

- De todas formas, no sé si van a caber.

- ¿Qué no? ¡Vamos, hombre,...uy, perdón, vamos, loro! Si aprietas un poco más el cubo de fregar contra la pared y pones la escobilla del váter, yo que sé, en el techo...

- ¿En el techo?

- Claro, colgando, si así estaría más accesible que ahora, simplemente estiras la mano y la coges. Con eso, yo creo que hasta caben dos, uno de invierno y todo.

- No sé yo.

- ¡Anda, anda, vete llamando a los del comité y diles que se vengan para acá, que voy preparando unos cubatas de garrafón para todos! ¡Que ya verás que baño nos va a quedar! ¡Niquelao!