miércoles, 4 de junio de 2008

Cuentos de los mandarines: los valores de la juventud

El mandarín Ku-Ñao observaba las tranquilas evoluciones de sus hermosos faisanes en su principesco jardín, mientras mentalmente se le hacía la boca agua pensando en papearse un par de docenas. En ese momento, rompiendo el sueño gastronómico del mandarín, apareció su discípulo, Par Di Yo:

- Maestro, perdonad si os importuno...
- Tú siempre me importunas, Par Di Yo, gorgojo del bambú. ¿Qué tripa se te ha roto esta vez?
- Maestro, eh...esto...el candidato que se iba a incorporar el lunes....
- ¿Sí? – preguntó suavemente Ku Ñao mientras se le empezaba a hinchar la vena de la frente.
- Pues...que ha dicho que no se incorpora, Maestro.

Par Di Yo se cubrió la cabeza con las manos, temiendo un ataque de ira furibunda de Ku-Ñao. Pero el mandarín le sorprendió demostrando una calma verdaderamente oriental.

- ¡Ay, Par Di Yo, hijo mío! ¿A dónde va este mundo? ¡Los valores transmitidos por los mandarines durante generaciones se derrumban! ¿Dónde vamos a llegar?
- Maestro, ¿os encontráis bien? ¿Qué os pasa? ¿Dónde está vuestra legendaria ira?
- Lo que pasa es que hoy me encuentro filosófico y meditativo, Par Di Yo, oveja del desierto. Aparte de que estoy un poco de bajón porque se me fue la mano con los Ku-Ba-Tá de después de comer. A ver si llega la hora de merendar y los bajo un poco con unos Ka-Li Mo-Xo. ¿Tú has visto, Par Di Yo, la falta de compromiso de la juventud actual?
- Maestro, me temo que, como casi siempre, no capto la esencia de vuestras palabras.
- Olvidaba que tu intelecto es comparable al de una grulla adicta al opio, Par Di Yo. Quiero decir que percibo cada vez menos interés por parte de los candidatos por el puesto de trabajo al que optan.
- ¿A qué os referís, Maestro?
- Pues, por ejemplo, a que en la primera entrevista ponen encima de la mesa sus exigencias de sueldos, horarios y demás mamarrachadas comunistas. ¡Esto en mis tiempos no pasaba!
- Maestro, ¿y por qué se trabajaba en los tiempos de vuestra mandarinez? ¿Por gusto?
- ¡Menos cachondeo, Par Di Yo, cabra subversiva! Lo que quiero decir es que lo primero es acceder a un trabajo, desarrollarte en él, y luego ya veremos.
- ¿Quiere esto decir, Maestro, que deben trabajar por las condiciones que les ofrezcamos, sean estas las que sean? ¿Y qué, si no es así, es que no se preocupan de su desarrollo?
- ¡Exacto, Par Di Yo! ¿Ves como cuando lo intentas no eres tan lerdo, hijo mío?
- Pero si yo lo decía con ironía, Maes...
- ¡Ay! Los que nos dedicamos a este sacrificado arte de la selección de personal estamos en horas bajas, Par Di Yo. Antes decíamos nosotros al candidato, “ya te llamaré”. Ahora es él el que nos dice, “ya les llamaré”. ¡Ca-Gón los peces de colores!

Aprovechando que veía a Ku-Ñao con la mente más enturbiada por el alcohol de lo normal, el taimado Par Di Yo se decidió a vacilarle un poco más. Como decía Confucio, la ocasión la pintan calva.

- ¡Ah, Maestro, cuanta razón tenéis! ¡El sacrificado arte de la selección, cuando podíamos tratar a los candidatos como a pordioseros que vinieran a pedir limosna, en vez de cómo a profesionales! ¡Tenerles una hora esperando en el vestíbulo, y luego decirles que no les podíamos recibir! ¡Cuando podíamos decir “ya te llamaré”, y no llamar a nadie nunca! ¡Qué tiempos aquellos, Maestro!
- ¡Calla, Par Di Yo, que se me saltan las lágrimas! Ya sabes lo sensible que soy.
- ¡Qué verdad, Maestro, el equilibrio del universo se ha trastocado! Ciertamente, es bueno que yo diga “ya te llamaré”, pero cuando me lo dicen a mí, ya no tiene gracia. ¡El caos se acerca, Maestro, cuando cualquier pelagatos puede saltarse la ley más suprema de los mandarines: la del Em-Bu-Do!
- ¡Cuanta inspiración hay en tus palabras, Par Di Yo! ¡Yo que había desistido ya de hacer de ti un mandarín de provecho, cordero mongol! – dijo Ku Ñao, mientras gruesos lagrimones corrían por sus amarillentas mejillas – Sí, Par Di Yo, los jóvenes ya no quieren trabajar, porque son unos inmaduros, o porque están sobreprotegidos por sus familias, que les idiotizan.
- ¡Qué gran verdad, Maestro! ¡En los tiempos de vuestra mandarinez sí que era dura la vida, y no ahora!
- ¡Ahí le has dao, Par Di Yo! ¡Qué yo me puse a currar a los 14 años, Ka-chis el dragón de jade!
- ¿No sería más bien a los 24, Maestro?
- ¿Eh? Bueno, eso da igual, Par Di Yo. ¡Pero yo empecé desde abajo, y con mi propio esfuerzo he llegado hasta aquí!
- ¡Sí, Maestro! ¡Que os colocara vuestro tío, el mandarín En-Chu-Fong, es lo de menos!
- ¡Eso, eso, Par Di Yo! ¡Si es que estos jóvenes están idiotizados cual lagarto borracho! ¡Nosotros si que lo tuvimos Chun-go!
- ¡Diga que sí, Maestro! ¿Qué más da que ahora la vivienda cueste el doble, o que los sueldos apenas hayan subido realmente? ¡Estos jóvenes son débiles cual papel de arroz caducado!

En este momento, el mandarín Ku-Ñao, que tenía una trompa espesa cual tinta china, pero que no era subnormal, entorno sus astutos ojillos, estuvo a punto de caerse, y habló así:

- Par Di Yo, ¿no me estarás vacilando, hijo del Celeste Imperio?
- ¡Maestro! ¡Nada más lejos de las intenciones de vuestro humilde discípulo!
- ¡Ca-Gón el loto blanco, Par Di Yo! ¡Vigila tus pasos, ciervo sindicalista, que como me vaciles te voy a poner a hacer zapatillas en una fabrica de Ni-Ke! ¡Traeme ahora mismo recado de escribir, burro salvaje, que me pide el cuerpo hacer un artículo sobre la falta de madurez y valores de la juventud actual! Y ándate con ojito, Par Di Yo, que te vigilo.
- Oigo y obedezco, Maestro.

Y así fue como el mandarín Ku-Ñao demostró que los jóvenes son siempre unos desagradecidos y unos inmaduros. Y esto se recogió en los versos de rigor:

Está bien cuando yo tengo
por el mango la sartén
pero, cuando no la tengo
y me dicen: “que te den”
a pesar de mi abolengo
pues eso no está tan bien.

PD: Yo conozco a un mandarín que escribió un artículo sobre la “juventud” más o menos en estos términos. Lo increíble es que él ¡lo decía en serio! Y es que la realidad supera siempre a la ficción.

30 comentarios:

Mr Blogger dijo...

Si es que los mandarines son asín, que le vamos a asén. Es como lo de subir las tarifas de todo (el gas, la electricidad, el agua...) porque somos más baratos que la media de la UE. Lo malo es que no se dan cuenta de que no cobramos como en la media de la UE, y que lo único que hacen con eso es parar el consumo y todas esas cosas.

Troglo Jones dijo...

No te preocupes, Mr.Blogger, se pide otro crédito y ya está. El caso es mantener el tinglao en movimiento. ¿Y para qué quieres cobrar más? Rápidamente descubrirían una manera de quitártelo.

Saludos.

Esther dijo...

Eres un cachondo, troglito. je je Me hacen gracia tus comentarios, son tan buenos como tus historias.

Saludos y abrazos. Da miedo el Fumanchú ese que has puesto. Uf uf.. je je

Lienzo tierra dijo...

Pues a mí me encanta la foto.

Yo debo de ser de la antigua usanza pardi-ya, porque ni siquiera pregunté el sueldo que me iban a dar la primera vez que trabajé, sólo con trabajar ya me daba con un canto en los dientes. Si es que los jóvenes de ahora no están hechos de la misma madera. Mucho mejor para ellos.

Sabios versos Troglo.

Troglo Jones dijo...

Hola, criaturas:

Esther, hoy está Ku-Ñao especialmente amarillento en la foto, je, je. Debe ser de beber tanto. Es un tanto siniestro, pero es que su personalidad es así.

Mamen, yo creo que los de determinada generación hemos sido unos pringaos de órdago. Nos debieron lavar el cerebro de crios. Suerte que a mí se me va pasando el efecto.

¡A ver esas pizzas cuándo!

Besos a las dos.

Lienzo tierra dijo...

Jaja. Oye Troglo, le he dejado a Esther un mensajito en su blog, que lo mismo te interesa, en la última entrada.

Yo no conozco a nadie de los que tocan, porque de jazz no estoy puesta pero lo mismo os gusta.

Creo que el año pasado ya estuve viendo algo de esto.

Besssossss

Esther dijo...

Ni éramos tan tontos antes ni son tan listos ahora. Supongo que hay de todo. Personalmente creo que ha bajado la calidad humana. Tampoco veo más cultura general ni mucho menos. En general, los adolescentes de ahora me caen mal. Y entre los jóvenes profesionales hay de todo. Hecho de menos la ley del esfuerzo para conseguir algo, hecho de menos cultura personal y calidad humana.

Troglo, también pienso que ni todos los mandarines son malos ni todos los par di llos son buenos. Hay pillería e incultura y pocas ganas de trabajar en todas partes y generalizada.

Esther dijo...

Las prisas!: ese echo de menos sin "H"!!!!!!!!!

Troglo Jones dijo...

Esther, como tú dices, hay de todo en todas partes. Hay jovenes como los que dice Ku-Ñao, no hay duda, ¿cómo no iba a haberlos? Pero yo también he conocido muchos "viejos" que se las traen.

Lo que yo quería recalcar era el desequilibrio, sobre todo. El pensar que si no quieren trabajar contigo, no es que lo que ofreces sea una mierda, que va, es que son unos perros. O que está bien que yo trate a un candidato a empleo como un trapo, pero está mal visto que él ponga condiciones o pregunte por el sueldo.

No me refería tanto quizá a valorar la juventud en general comoo a mi absurdo mundo de los recursos humanos. Ahora, a mí me ha tocado dirigir muchas personas en mi carrera, la mayoría jovenes. Y, si he aprendido una cosa es que, en un 90% de las ocasiones, sean jovenes o viejos, lo que tú esperas de las personas es lo que obtienes. Es curioso, pero es casi matemático. Este tema da para mucho, seguiremos hablando.

Besos.

Mr Blogger dijo...

Curioso lo del tema de los créditos, los pides para desahogarte y terminas más ahogado todos los meses pagando plazos.

Ralph dijo...

Los mandarines están de enhorabuena, según el horóscopo chino le tocan cuatro años buenos, como mínimo, donde los Par-di-yos tendrán que guardar su ironía.

Troglo Jones dijo...

Todo está pensado, Mr.Blogger. Más créditos. Hasta el infinito, y más allá.

Ralph, para los mandarines todos los años son buenos. Cuando viene uno malo, despiden a los Par Di Yos, así que, todo va bien.

Abrazos.

Félix Amador dijo...

'Gorgojo del bambú', 'grulla adicta al opio', 'cordero mongo'... Los insultos del emperador Ku-Ñao son comparables al barroquismo proverbial del Capitán Haddock (con un toque exótico-oriental de cierto regusto agridulce) y creo que su estudio daría para un libro aparte.

Mr Blogger dijo...

Felix, ahora que lo mencionas... el capitán haddock tenía un loro ¿no?..

Anónimo dijo...

Qué bien se hubieran llevado Ku-Ñao y mi jefa de la radio. La tía nos decía que diéramos gracias por tener un trabajo así, que no todo el mundo tenía esa suerte. Con "así" supongo que se refería a "sin horario y sin sueldo" y además la tía no hacía más que echarnos la bronca a las becarias por todo (que siempre es más barato gritar a alguien más pringado que tú que ir al psiquiatra). Además de no pagarnos (porque me enteré por un técnico de que no nos pagaban porque ella no quería), nos hacía participar en una tertulia para rellenar programa en las que siempre nos preguntaba "¿vosotras sois mileuristas?".

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Disculpas por las desapariciones, pero estoy en semana loca, y me paso la vida en cliente.

Félix, ya sabes que los mandarines tienen gran talento para el insulto. ¿Lo de regusto agridulce lo dices por la salsa?

Mr.Blogger, y también trasegaba whisky a manta. ¿Qué insinuas?

Becaria, ya era hora de que abandonaras los antros de Mr.Blogger y Drenas y vinieras a un sitio donde se ofrece cultura. Es una gran suerte tener un horario sin trabajo y sin sueldo, eso significa que no tienes ningún trabajo, lo cual es estupendo porque trabajar es un auténtico coñazo, pero hay que ser muy sabio para llegar ahí.

Saludos a todos.

Lienzo tierra dijo...

Bueno como veo que habéis pasado ampliamente del mensaje que dejé en el blog de Esther sobre unas cervecitas y eso, pos ahora no escribo. Hale.

Bueno, escribiría para decir..."Troglo, ¿pero tú por qué trabajas más ahora que antes si habías dejado de trabajar?" pero no lo voy a hacer.

Troglo Jones dijo...

Mamen, es Esther, que tiene un lio de festivales tremendo. Así no hay manera de quedar ni nada.

Es una buena pregunta la tuya, y habría muchas respuestas, pero te diré que es que soy un pringao. En fin, esto es ensayo y error, hasta que encuentre el equilibrio.

Mira, esta semana estoy currando en la mismísima Fuenla. Igual podemos sacar un rato cuando salga, el jueves, y tomar algo. Tú dirás. Luego no digas que es culpa mia. Invitas tú, que yo no soy machista para nada, je, je.

Un beso.

Lienzo tierra dijo...

Pues no sé si podré, yo trabajo todo el día. De todas formas no te preocupes, que ya quedaremos todos con menos prisas. No pasa nada.

¡Besines!

Troglo Jones dijo...

Ok, sí, era un poco complicado. Ya buscaremos el momento.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si yo te leo pero no hago acto de presencia en los comentarios. Ya he pillado por banda algunos cuentos de mandarines, un par de historias en las que sale Puto Bocazas y la del maestro Kamasutro, que me hizo muchísima gracia (la leí en la universidad y la gente me miraba raro).

¿Estás en Fuenla? A ver si me voy a encontrar también contigo. Aunque no sé cómo te voy a reconocer, Mamen por lo menos tiene fotos en su blog. Si ves a una chica con gafas y se tropieza, es posible que sea yo.

Troglo Jones dijo...

Buenas. Ya sé que ando missing, ahora estoy de viaje. Becaria, no me extraña que te miraran raro si leías de un tío que se llama Kamasutro. ¿Te vas tropezando? Me estoy imaginando una especie de Mr.Bean femenino, je, je, espero que no.

Pues el miércoles y jueves vuelvo a estar en Fuenla, así que a ver si me buscas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

El miércoles ya no me da tiempo y el jueves estoy en Madrid, que tengo que ir a Concha Espina a comprar un libro (y ya de paso echo el día que estoy de vacaciones).

Hombre, no soy tan torpre como mr. bean, sólo me tropiezo cuando me despisto, como me pasó el día de Mamen (es que no esperaba encontrármela por Fuenlabrada y menos tan cerca de mi casa).

Félix Amador dijo...

Sr. Jones, creo que es bueno que ocupe su tiempo en temas laborales de cara a su cuenta bancaria, pero temo que a los que apreciamos sus bromas nos está dejando sin sentido del humor.

De hecho, yo llevo ya unos días con cara larga y la barbilla me roza con la barriga (aunque mi mujer insista en que es culpa de las cervecitas).

Confío en que regrese pronto.

Lienzo tierra dijo...

Troglo vuelveeeee!! :-(

Sebastián Mondéjar dijo...

Joder, a este mandarín me recuerda bastante a Fu-Man-Chú, aunque también se parece a Charles Bronson. Pero creo que en el fondo es Berlusconi (que de juventud sabe un rato).

Por cierto, ¿qué ha sido de aquellas fotos de juventud que nos hicimos Esther, usted y yo en la Feria del Libro con su cámara?

Un fuerte y juvenil abrazo, Sr. Troglo.

Erradizo dijo...

Señor Troglo, tengo el copyright de la excusa del trabajo para no escribir en el blog, ha de buscarse otra... Este es el último aviso antes de que venga a pegarle patadas en las espinillas.

un abrazo.

Drenas dijo...

yo creo que se ha pasao con el whisky de garrafón y ahora está en la edad media rodeao de tias sin depilar mmmmm


Saludos

Anónimo dijo...

Hola Troglo,

Es la primera vez que te comento, pero no he podido resistir la tentación ante tan sabias palabras.

Me ha gustado la forma de expresar los nombres, las tópicas frases convertidas en divinos y orientales pensamientos, y el transfondo de tu entrada, como no, verdadera realidad en toque de humor sátiro.

Buena entrada. Un saludo.

Troglo Jones dijo...

Saludos a todos:

A mí también me gustaría escribir más, pero tengo una racha muy fuerte de curro. La próxima semana la tengo también liada a tope, pero ya es la última, y después las cosas volverán a su cauce disparatado habitual.

Becaria, pues nada, otra vez será. ¿Te encontraste a Mamen? Ya es casualidad. A lo mejor también te has encontrado conmigo y no lo sabes. Como pista, soy una mezcla entre David Beckham y Tarzán de los monos.

Félix, mi estrategia es que ahora curro mucho, lleno la cuenta, y luego no curro nada hasta que se vacia, y entonces vuelvo a currar mucho, y así. Lo de la barriga puede ser de la edad.

Mamen, me has recordao a Marco, je, je. Estamos en camino, gracias por echarme de menos.

Sebastián, yo creo que se te da un aire. Las fotos las he destruido para preservar el anonimato. Soy como J.D.Salinger, un obseso.

Sr.Erradizo, ¡vaya morro de venir a decir que no escribo, ja, ja! Le veo un poco agresivo con las patadas, parece que la Eurocopa no le sienta bien.

Drenas, qué más quisiera yo. Aunque algunos de los que me encuentro por esas empresas de Dios sí que parecen de la Edad Media. Lo de la depilación, prefiero no saberlo.

Abel, bienvenido. Gracias por dejar tu comentario. Es cierto que soy tan sabio como parezco, je, je, je. Lo malo de todo esto, amigo, es que, como tú dices, es realidad de la más real. Pero bueno, tomémosla con humor (negro).

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y vuestros ánimos. Abrazos diversos.