domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuentos de los mandarines: el mar de los significados


Cierto día, el poderoso mandarín Ku Ñao solicitó la presencia de su discípulo, Par Di Yo, a través del tradicional procedimiento del viril berrido:


- ¡PAR DI YOOOO! ¡Acude a mi celestial presencia, lagartija de montaña!

- Oigo y obedezco, Maestro – dijo Par Di Yo, que pareció brotar del mismo suelo del despacho del gran mandarín.

- Par Di Yo, jumento de los prados, atiende bien, porque tenemos un nuevo y consultoril proyecto que echarnos a las fauces. Le he vendido al Ban Ko Xo-Ri-Zo que vamos a desarrollar el Ta-Len-To en su compañía.

- ¿El qué, Maestro?

- ¡El Ta-Len-To, zanahoria mongoliana! ¡Espabila tu aletargado cerebro, Par Di Yo!

- Pero, Maestro, ¿cómo vamos a desarrollar algo que no sabemos lo que es? ¿Qué significa Ta-Len-To? Primero habrá que definirlo bien, y luego...

- Tienes menos Se-So que una berza silvestre, Par Di Yo. A este paso, nunca serás un mandarín de provecho, Ka-Pu-Yo de flor de té. ¿No te das cuenta de que hay que hacer todo lo contrario?

- ¿Todo lo contrario, Maestro?

- ¿No te das cuenta, Cen-To-Yo, lo que ocurre cuando defines bien un concepto?

- Bueno, Maestro, si un concepto está bien definido, podrá ser evaluado correctamente y además,...¡Oh! Creo que ya sé por dónde vais, Maestro.

- Evidentemente, Par Di Yo. ¿No ves que a mí eso no me interesa nada? Si algo está bien definido, las cosas están claras. Pero el mandarín debe moverse en la sutilidad y en la indefinición. A mí me conviene utilizar siempre conceptos abstrusos, confusos, teóricos, metafóricos, crípticos y místicos. ¿Adivinas por qué, hongo con patas?

- ¿Porque así puedo hacer lo que me dé la gana, Maestro?

- ¡Albricias, Par Di Yo! Veo que no todo está perdido, almeja de río. Efectivamente, si el concepto no está bien definido, el cliente nunca me podrá pedir cuentas. ¿Cómo podría, si no sabe lo que es el Ta-Len-To? Así, cualquier cosa que hagamos deberá darse por buena. ¡Oh, es tan cómodo navegar en el proceloso océano de la indefinición! Así que recuérdalo bien, Par Di Yo: nada de claridad, todos los conceptos que utilices con un cliente deben ser tan amplios como para poder significar cualquier cosa. De ese modo, siempre significarán lo que a ti te convenga. ¿Lo Pi-Yas, Par Di Yo?

- Lo Pi-Yo, Maestro.

- Pues desfila, codorniz cantonesa. A ver si al próximo le vendemos que le vamos a medir el alma, je, je, je.

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así fue como Par Di Yo aprendió que la vaguedad puede utilizarse como herramienta de gestión. Y los escribas recogieron la enseñanza para la posteridad:


Los conceptos vaporosos

favorecen al taimado

porque lo que es gaseoso

no puede ser sopesado.

Y así cualquier resultado

puede ser justificado

ya sea carne, o sea pescado.

13 comentarios:

Ralph dijo...

Me parece que hay muchos políticos que deben haber hecho algún que otro Master en el mandarinato porque practican estos conocimientos de maravilla je je je. Saludos.

Troglo Jones dijo...

Así es, Ralph, los políticos han recibido cursos de Ku Ñao (y le han pagado con nuestro dinero). Son unos expertos en la nada. Y es que escurrir el bulto es un arte.

Salud.

Doctor Krapp dijo...

Creo que ese proceloso océano de la indefinición puede ser más pernicioso que el que nacerá por el desplome de los hielos árticos, ese que se cargará nuestros amados paseos marítimos y una fila interminable de chalets adosados.

Lienzo tierra dijo...

Ahora entiendo por qué nunca entiendo. Así es el mundo empresarial, sí señor.

Saludito.

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Doc, no lo dudes, la vaguedad es más peligrosa que la maldad. A esa, por lo menos, la ves venir. Yo siempre procuro comprarme los chalets en alto, por si acaso.

Mamen, asín es. Pero tienes que poner cara de que lo entiendes, porque, hombre, es evidente lo que queremos decir con talento. ¿O no?

Abrazos variados.

Sebastián Mondéjar dijo...

Qué bien definida le ha quedado la estrategia de la indefinición... Todo un master de administración de empresas: que nada comprometa a nada, que todo signifique cualquier cosa (con tal de que nos forremos)...

¡Y parece que Par Di Yo ya se va espabilando!

En este mar de ambigüedades, como en todos, el que no nada se ahoga...

¡Salvese quien pueda!

Salud.

Esther dijo...

No me puedo creer que el cliente sea tan 'imbécil' como lo presentas. ¿De verdad los clientes son tan tontos? ¿Tan fácilmente caen en la trampa? O es que todos te han tocado a ti. Porque en el mundo de diseño son durísimos. Bueno, más o menos.

Troglo, por cierto, muy buena imagen has encontrado esta vez. Me gusta. Ese libro rojo de la estantería me está llamando. 'Ven, léeme. Ven, léeme'... Hacía allí voooyyyyyy. g g g

Y no te olvides de comprar whisky de garrafa al loro que últimamente anda muy sediento.

Besos!

Armando dijo...

Como siga engordando ese librote tirándole a color mandarina no va a dejar espacio para nadie, Troglo. Y Par di Yo No Ta Tan Len To, Ya Ta Ve Loz.

Saludos

Hector Aguilera S. dijo...

Leyendo tu post Troglo, me parece una descrpción muy fiel de la "crísis sub-prime", que partió con el derrumbe de las inmobiliarias en EE.UU. y arrastró a todo el mundo, dejándonos con economías alicaídas y desempleo, mientras unos pocos se llenaron los blosillos a costa de la ingenuidad de muchos.
Un abrazo,

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Sebastián, ya sabes que nadar entre dos aguas es lo nuestro, je, je. No decir nada pareciendo que se dice algo es un arte, y a Par Di Yo no le queda otra que adaptarse.

Esther, pues según se mire. ¿Es imbécil la gente que compra discos que le prometen que va a ser más guapo, o millonario, o ligar más? Pues unos sí, y otros no. Pues los clientes igual. Son muy duros para algunas cosas, para otras son auténticos Par Di Yos. Y nosotros somos expertos en vender nubes, acuérdate. Y el loro tiene que hacer una cura de desintoxicación, je, je.

Armando, la verdad que ya van unos cuantos cuentos de mandarines. Por desgracia, no tienen fin. Ya quisiera Par Di Yo dedicarse a otra cosa.

Héctor, cierto parecido hay, aunque lo que tú mencionas es mucho más fuerte, je, je. Eso ya es el timo a gran escala, el sueño de todo Ku Ñao.

Abrazos para todos.

Mr Blogger dijo...

vaya con el kuñao, tiene respuestas pa todo, aunque luego no sirvan para gran cosa...

Troglo Jones dijo...

Saludos, Mister. Tengo el blog y los comentarios un poco abandonados, y es que tengo el mandarinato a pleno rendimiento. Ya sabes que Ku Ñao es de los de "tente mientras cobro".

Abrazos.

Mr Blogger dijo...

Si te lo tuviera en cuenta estaría tirándome piedras sobre mi propio tejado xDXD