jueves, 25 de junio de 2009

La verdadera gloria

La ciudad quedó bastante asombrada cuando, una mañana, resultó que la estatua del coronel Mortimer, que llevaba 112 años en su pedestal de la plaza Guerritas, desapareció. No había señales de violencia ni gamberrismo. Simplemente, la estatua no estaba en su sitio.


Pero el asombro fue mayor cuando, dos días después, se anunció que la estatua del coronel Mortimer había fichado por el Comemulas Club de Fútbol, uno de los más importantes del país. En su primera rueda de prensa, la estatua dijo a los atonitos periodistas que eso de ser héroe de guerra y ser recordado y tal no está mal, pero una mierda comparado con ser futbolista, que ganan una pasta gansísima y ligan como fieras. Así que, tras muchos años viendo como determinados tuercebotas se hacían de oro (ya que el estadio del Comemulas era vecino de la plaza Guerritas), la estatua se había decidido a probar suerte, ya que se sabía con condiciones para triunfar en el balompié.


Hay que reconocer que la estatua del coronel Mortimer, que jugaba de delantero centro, no era muy rápida ni tenía mucha cintura, y es que mover 800 kilos de bronce tiene lo suyo. Pero aprovechaba su corpulencia para ir al choque, siendo el terror de los estadios. Especialmente temidas eran sus entradas a rematar los córners, que acababan inevitablemente con varios lesionados. Además, era inmune a las faltas y agarrones. Cuando algún defensa despistado pateaba las broncíneas espinillas de la estatua, salía en camilla inevitablemente.


Así que la estatua triunfó, y fue máximo goleador de la categoría. Y no pasó mucho tiempo hasta que el seleccionador nacional lo convocó para una gran competición internacional. ¿Quién mejor para capitanear a nuestra aguerrida selección hacia el triunfo que la estatua del coronel Mortimer, héroe de guerra?


Y nuestra aguerrida selección se las prometía muy felices con la estatua en sus filas. Pero sucedió que, iniciado el campeonato, se llevaron una sorpresa. Porque otras estatuas, envidiosas de la pasta y de los ligues de la del coronel Mortimer, decidieron cambiar su oficio por el de futbolistas. Así que Grecia alineó de portero al Coloso de Rodas, que flojeaba un poco por bajo pero, con tumbarse delante de la portería, lo tenía listo. Egipto colocó a la Esfinge de Gihzé de defensa central, y superarla era un problema, ya que ocupaba el campo de parte a parte. El colmo fue cuando Francia pretendió hacer jugar de pivote a la catedral de Chartres.


Se formó un gran escándalo, y un comité de sesudos expertos futboleros se reunió para beber whisky de garrafa y discutir si las estatuas podían jugar al fútbol, la diferencia entre estatua y monumento, y si un penalti podía ser lanzado por un cañón antiaereo, por más que éste fuera una reliquia nacional. Aprovechando un argumento ecológico de mucho tirón, los maquiavélicos mandamases llegaron a la conclusión de que no se podía permitir jugar a estatuas y monumentos porque causaban graves daños a la hierba.


Y así acabó todo. Desde entonces, cuando paséis por la plaza Guerritas, podréis ver de nuevo la estatua del coronel Mortimer donde siempre estuvo. Su cara parece tener un gesto de amargura porque, durante un tiempo, conoció la verdadera gloria: la del fútbol. Y cuando una paloma se acerca, recordando aquellos tiempos, intenta rematarla de cabeza.

12 comentarios:

Oscar Alvarenga dijo...

Sin dudas un relato de antología.

Saludos.

Troglo Jones dijo...

Saludos, amigo. Bienvenido. Alguna vez he pasado por tu casa, aunque nunca he comentado. Nos leemos.

Salud.

Esther dijo...

Jelou Troglete, vaya tela de relato. je je je Me he reído mucho. Pobre coronel Mortimer sigue como estatua. A la mayoría de chavalines les gustaría ser futbolistas, no? A Mortimer también. A mi el fútbol nunca me ha gustado, qué raro. Debo ser un poco marciana. Llo paso mejor viendo un buen partidazo de tenis.

Bueno, bueno, a ver qué comentan los futboleros.

BESOS DE BALÓN! je je je

jesusmoreno dijo...

yo, esther es que el futbol tampoco, pero lo del tenis... es que ni con las abundantes serena y venus. cuando me da el punto deportista lo mas es que me pongo a andar. y monte adelante. es lo que me gusta, vaya.

Armando dijo...

Ja ja ja. Genial Troglo. Alguna vez debe haber movido la colita ante un gol del coronel la sirena aquella del mar del norte. Yo de futbol, me quedé en el 70, no sé como anda la cosa ahora.

Saludos

Mr Blogger dijo...

Pero aparte de arrasar con las defensas... ¿marcaba goles? empujando el balón dentro de la portería, supongo

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Esther, menos mal que tenía un puesto fijo, je, je, y pudo volver. Bueno, cuando eres niño quieres ser muchas cosas, entre otras futbolista. Yo creo que nunca dije director de operaciones, pero en fin.

Artal, más sano que ese deporte hay pocos, lo malo es que se gana poca pasta y se liga poco, que es lo esencial de cualquier deporte, je, je.

Armando, a la Sirenita le era más difícil jugar, por aquello de no tener pies, je, je, pero seguro que fue fan de Mortimer. Yo creo que ahora está la cosa bastante más absurda que en el 70. Al menos había menos "fútbol rosa".

Mister, era un rematador nato, lo que se llama un delantero "rompedor", je, je. En cualquier lugar que le rebotase el balón, salía como un obús.

Por cierto, hablando de mitos, ayer murieron dos de los 70-80, Farrah Fawcett y Michael Jackson. En fin.

Abrazos a todos.

Doctor Krapp dijo...

Lamento el fracaso de la experiencia y se me ocurre que todo podría haberse solucionado poniendo en los pedestales vacíos a algunos futbolistas que se creen estátuas.
La gloria es una quimera efímera, cuando la miramos desde arriba.
El día en que algún meteorito o cometa, no excesivamente grande, caiga sobre nuestras cabezas toda nuestra civilización con todo su sentido de la eternidad se irá a hacer puñetas. No hay otra.

Lienzo tierra dijo...

Si es que los ecologistas siempre tienen que estar tocando los...je,je, je.

Pobrecillo, pasar de figura del fútbol a que te caguen palomas en la cabeza. Qué indigno.

Saludos a todos!

Lienzo tierra dijo...

Lo de "Saludos amigo" al primer comentarista ha quedado muy bien, y es que cualquiera escribe su nombre, jajaja. ;-) ;-) (lo digo con todo el respeto del mundo ¿eh?)

Ralph dijo...

El Mortimer si que sabe, además se demuestra que lo de lo sueldos del fútbol es envidia cochina nada más je je je.

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Pues sí, Doc, algunos futbolistas ya se desplazan por la vida en pedestal portátil. A otros, les va más posar que jugar al fútbol, son estatuas de papel cuché.

A ver si el meteorito puede caer directamente sobre el Congreso, o algo así.

Sí, Mamen, nuestro amigo tendrá que enseñarnos a pronunciar su nombre, je, je. Lo malo del ecologismo es que a veces se usa como coartada, cuando conviene.

Ralph, decía un colega mío que al mundo capitalista lo mueve la envidia, je, je. Y no le faltaba razón, es un motor importante.

Saludos a todos.