sábado, 21 de febrero de 2009

Las aventuras del general Mortimer, héroe de guerra

El general Mortimer Mortimer descansaba un día con sus patazas sobre la mesa de despacho, sorbiendo un cubata con pajita mientras oía un disco de Tommy Flanagan. El general Mortimer Mortimer había tenido una larga y brillante carrera, gracias a su sagaz estrategia de no hacer nunca nada y decir que sí a todo. Pero, precisamente aquel día, sonó el teléfono rojo, lo que le dio muy mala espina al general Mortimer.


- ¿Aló? – dijo – Aquí el general Mortimer Mortimer.

- General Mortimer, soy el presidente.

- ¡Señor presidente! – dijo el general poniéndose firmes - ¡A sus órdenes!

- Vera, general, que he pensado que el país necesita una guerra.

- ¿Una guerra, señor presidente?

- Sí, hombre, ya sabe que una guerrita de vez en cuando mantiene alto el espíritu nacional, además de distraer a la gente de mis burradas. Así que agarre cuarto y mitad de ejercitos y váyase a conquistar el Peñascal Los Huevos.

- ¿El Peñascal Los Huevos? – se asombró el general - ¿Y para qué queremos eso, si es una mierda de sitio que no hay nada y no pasa nunca ni dios?

- ¡No me replique, Mortimer! ¡Salga cagando melodías y conquiste esa mierda para su patria!

- ¡A sus órdenes, señor presidente!


Ni que decir tiene que la orden no le hizo ni pizca de gracia al general Mortimer Mortimer, pero se cogió cuarto y mitad de ejercitos y se fue para allá. Cuando llegaron al Peñascal Los Huevos, el general Mortimer Mortimer y sus muchachos se toparon con la cruda realidad: era una mierda de sitio donde no había nada y nunca pasaba ni dios.


- ¿Y ahora qué hacemos, mi general? – dijo el teniente – Si aquí ni hay enemigo ni nada.

- Tengo un plan, mis valientes – dijo el general Mortimer Mortimer – Yo acabo de llegar y ya estoy hasta el culo de este sitio, así que tenemos que perder esta guerra lo más rápido posible. Así que, al primero que veamos, nos rendimos, aunque sea al butanero. ¿Estáis conmigo?

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Viva el general Mortimer! – vociferaron los soldados.


Pero por allí no pasaba ni dios, así que se tiraron un mes buscando alguien para rendirse, pero nada. Así que el general Mortimer Mortimer, harto, tiró de su manual de tácticas militares, donde tenía apuntado el teléfono, llamó al Telepizza y cuando vino el pizzero, se rindió con todos sus hombres. En su país, fueron honrados como caídos por la patria. Para que no les reconocieran, todos se dejaron bigote y se volvieron a casa, y el general Mortimer Mortimer se puso el disco de Tommy Flanagan y sorbió cubatas con pajita.


Y esto fue lo que pasó, o así me lo contó un loro.

9 comentarios:

Ralph dijo...

Que fácil es escurrir el bulto eh. En cuanto al de Telepizza, le tuvieron que pagar o llegó con retraso y la pizza le salió gratis???

Troglo Jones dijo...

Hombre, Ralph, con el favorazo que les había hecho, hasta le dieron propina y le ascendieron a cabo furriel. Lo malo fue que, con cuarto y mitad de ejercitos, tocas a poca pizza.

Abrazos.

Esther dijo...

Mortimer Mortimer era un listillo, eso de decir a todo que sí pero luego no hacerlo me suena , me suena. je je je Si no recuerdo mal, tengo mala memoria, hice alguna foto (malilla) de Tommy Flanagan, en un concierto hace años en Valencia. La buscaré a ver si es ponible para mi blog.

Qué opinas de Tommy?

Un besote!!

Lienzo tierra dijo...

Yo propongo que me cambien el nombre de mi calle por la de Avenida del General Mortimer, que es un as el tio.

Jajajaja, qué disparatada la historia. Me ha encantado.

Abrazos!!

Mr Blogger dijo...

Tampoco hacía falta llamar al telepizza. Si bien no había nadie para verlos ganar, tampoco habría nadie para verlos perder, así que podían haber contao lo que fuera al volver.

Troglo Jones dijo...

Buenas:

Esther, Morti era un hombre astuto, je, je. Al menos tenía buen gusto y le gustaba Tommy Flanagan, que es un pianista extraordinario, aunque muy modesto. Te recomiendo especialmente un disco suyo, "Jazz Poet".

Eso, Mamen, y que pongan una estatua con los pies en la mesa, je, je. El general Mortimer es el héroe de mucha gente, un poco disparatado, pero héroe. Me alegro que te guste.

Hombre, Mister, las cosas se hacen bien o no se hacen, ja, ja.

Abrazos a todos.

Hector Aguilera S. dijo...

Hola Troglo, te confieso que no conocía a esta jazzista. Me ha parecido muy buena, excelente sonido del saxo soprano. Espero encontrar música de ella acá en Chile para conocerla un poco más.
Saludos,

Troglo Jones dijo...

Hombre, Hector, ya de vuelta. Me alegro que te guste, espero que encuentres algo, aunque creo que la mayoria de lo que ha publicado es con una compañía pequeña, Arabesque.

Salud.

Troglo Jones dijo...

Anda, Hector, si me acabo de dar cuenta de que el jazzista que te gusta es el general Mortimer, ja, ja. Parece que están traviesos los comentarios.

Un abrazo.