sábado, 1 de octubre de 2011

Portadas que me gustan


Hemos vuelto, amiguetes, y volvemos en tranvía. Tras mis movidas con los ordenadores, empezamos octubre con una portadita. Nada menos que cosecha del 59, buen año de jazz. Gran disco (como casi todos) de Monk, y portada firmada por el dúo William Claxton – Paul Bacon (podéis ver la firma en el lateral). Como en este disco todas son buenas, he cogido la primera, “Blue Monk”. A disfrutar, y que no se os escape el tranvia jazzero.

11 comentarios:

Esther dijo...

Me gustan los discos de piano solo de Monk, tiene una forma muy peculiar de tocar, de repente suena una tecla que nadie sabe de dónde ha salido. Este verano le dediqué tiempo a Monk, uno de los grandes pianistas con personalidad propia. Portada genial con la gracia de enmarcar todo el vagón de tranvía dentro de un cuadro. Monk tan fotogénico como siempre, esos sombreros le sentaban de maravilla.

Un beso.

Troglo Jones dijo...

Jelou, amiga. Sí, el amigo Monk siempre te sale por donde menos esperas. Hizo varios discos estupendos a piano solo, y es que yo creo que, aunque tocara con otros, sólo oía la música de su cabeza. Este disco además tiene bastante buen sonido. Me gusta ver a Monk tan sonriente en esa gran portada. Seguro que iba a tocar un poco.

Besotes.

jesus dijo...

desabamos que volviera este tranvia :-) y esta seccion siempre trae cositas curiosas. a encomendarse a san chip.

Troglo Jones dijo...

Muchas gracias, Jesús. Yo también tenía ganas, la verdad. Las portadas ya sabes que son mundo inagotable, je, je. Eso sí, ahora no me funcionan los altavoces. El caso es quejarme de algo.

Abrazos.

Dr. Krapp dijo...

Cuidado, me han dicho que los tranvías en San Francisco son muy caros por eso Monk optó por quedarse en el pescante en esa portada tan elocuente. Sin embargo, él no viajaba en tranvía cuando hacía su música, preferíaun deportivo monoplaza ya que nadie tenía el valor de acompañarle en su singular carrera hacia la perfección.

kuto dijo...

Me alegro que regreses y mas encima con esta magnifica portada del bicho mas raro y diferente que ha conocido la historia del jazz
Me encanta esta portada que abre las mentes a la imaginación de los observadores. Con su asimetría, la eliminación del fondo y su perspectiva con sus dos puntos de fuga, se sale de la norma y se hace notar.

A mi juicio, hubieron grandes acompañantes de Monk que hicieron crecer su musica y le mostraron mejor y mas completo con sus aportes: Charlie Rouse, Coltrane, Sonny Rollins por nombrar algunos.
Saludos jazzeros

Troglo Jones dijo...

Saludos, amiguetes:

Doc, no me extrañaría que quisiera ahorrarse el billete, que tuvo épocas que estaba más que tieso. Los recorridos de Monk son difíciles, extraños, nunca pensarías que iba a tocar esa tecla. No, no iba por unos raíles determinados.

Kuto, estoy de acuerdo, la portada es bastante original, y deja mucho sitio al que la ve. Era difícil seguir a Monk, por suerte encontraba almas que podían entender su sensibilidad. Además de los que citas, Johnny Griffin fue un gran acompañante. De hecho, a Monk la crítica tardó bastante en reconocerle como un monstruo, aunque jamás varió lo que hacía.

Abrazotes.

Hector Aguilera S. dijo...

Hola Troglo, de Monk se cuentan varias anècdotas, como que su profesor de piano señalò que "nunca serìa un buen pianista", que sus problemas mentales se debìan, a que en alguna ocaciòn que lo arr3estaron por posesiòn de drogas, los policìas lo golpearon en la cabeza.
Sin embargo a nadie ha dejado de sorprender la forma y estilo de tocar el piano. Ademàs fue un compositor muy bueno, basta con señalar "Round Midnight" y "My dear Ruby", para darse cuenta de la grandeza de Monk.
Saludos

Armando dijo...

Portada genial de este tu dúo amigo, Troglo. Tranvía que simboliza el Frisco de aquellos años de mucho y buen Jazz, previo a ser sustituído por el de amor , paz y alguna flor en la cabeza de mediados de los 60's. El tranvía del deseo o de la ilusión que vuelva. El disco también incluye un arreglo de primera del Ruby que menciona Héctor.

Un abrazo.

Jam dijo...

Me gusta!

Troglo Jones dijo...

Saludetes:

Héctor, esa forma tan peculiar o incluso excéntrica de tocar le valió el llevar toda la vida ese sambenito de "pianista de nivel inferior". Lo cierto es que empezó con el piano a los cinco años, y de nivel inferior nada, lo que tenía era un nivel distinto. Su reino no era de este mundo y es imposible valorarle por el mismo rasero que a otros pianistas.

Saludos, Armando. Tuvo que ser una ciudad divertida en aquella época, con sus beats y todo eso. Este disco se grabó en el Fugazi Hall, y ese "Ruby, my dear" también es de primera, como todo el disco.

Hombre, Don Jam, usted por aquí, je, je. Me alegro que te guste.

Abrazotes.