martes, 3 de febrero de 2009

Un caso curioso

Había un hombre llamado Julín Fanegas. Nada de extraordinario había en Julín a primera vista, excepto el hecho de que era de Guadalajara y, pensándolo bien, tampoco eso es demasiado extraordinario. Otro hecho algo fuera de lo normal es que pesaba unos 130 kilos en canal pero, aunque esto no sea frecuente, tampoco es una cosa paranormal. Algo más alucinante era el hecho de que tenía un cuñado que respondía al grotesco nombre de Bimbín Dromedario, pero incluso esto no pasaría de ser una mera anécdota.


Pero Julín, aquel campechano ternero, escondía un terrible secreto. No tenía meninges. Como suena. El famoso Troglo Jones, director de operaciones, que fue jefe del susodicho cuando el susodicho, y valga la redundancia, ostentaba el cargo de subnormal interino, sospechó algo cuando se dió cuenta de que no tenía la más remota idea de qué hacia el interfecto cuando se suponía que curraba. Así, el citado Troglo, con peligro de su integridad física, rastreó las carpetas de proyectos de Julín y encontró los cadáveres de 17 hipopótamos en avanzado estado de descomposición. Tras este terrible hallazgo, no quedó más remedio que ascender a Julín Fanegas a abrazafarolas en jefe, debido a su falta de meninges.


El famoso loro Puto Bocazas puede aportar también un importante testimonio sobre Julín:


- ¡TROOOGLOOOO! ¡Deja de escribir chorradas y córtame las uñas, que las tengo como mejillones!


Un caso francamente curioso, sí.

12 comentarios:

Esther dijo...

Ahora sí que necesito una copa de vino. ja ja ja ja Estás como un hipopótamo en avanzado estado de descomposición! Tu sí que eres curioso y raro. Menuda parejita, tu y Puto Bocazas, debe dar miedo ir a tu casa. je je je Qué noooo que es broma. Eso sí, eres el tipo más curioso que conozco.

Un besote.

Troglo Jones dijo...

Esther, me lo tomaré como un cumplido, je, je, je. Te dejo, que el loro ya no puede ni agarrar el cubata.

Beso.

Ralph dijo...

Troglo, seguro que es de Guadalajara, a mi me suena haberlo visto con un amigo algo más grueso que un spaguetti que todavía era menos inteligente que él, creo que trabajaba en el Metro Meyer o algo de eso.

Troglo Jones dijo...

Je, je, Ralph, aunque el Julín me recordaba al Oliver, él tenía la gracia en el culo. Vaya elemento, en mi ex empresa todavia se acuerdan de él...y de su familia.

Abrazos.

Lienzo tierra dijo...

Jajaja. Oye qué buena pareja Julín y Bombín.

Aquí tenemos un Crispín que no da palo, que para algo es el hijo del jefe.

Yo también he investigado con peligro de mi contrato pofesional y no he visto hipopótamos, pero he visto moscas aplastadas entre sus apuntes, que es lo que se dedica a hacer cuando las pobres incautas pasan volando ante sus narices.

Si es que como dice el Maestro..."Todos los finales son el mismo repetido".

Pues eso. Bsicos.

Mr Blogger dijo...

¿Todo eso cabe en las carpetas de proyectos? seguro que llevaba un proyecto de los gordos, si no no se entiende

Troglo Jones dijo...

Hola, Mamen. Es lo que tiene ser hijo de jefe. Este no, sólo era vago y jeta. Y encima, iba de sobrao.

En fin, si sólo caza moscas, es menos peligroso, je, je.

Besos.

Troglo Jones dijo...

Mr.Blogger, ya te has colao cuando no miraba. No sabes lo que cunde la putrefacción de proyectos. Gordo, gordo, sólo tenía uno, pero tenía la capacidad de convertir un proyecto birrioso en el Apocalipsis.

Abrazos.

Doctor Krapp dijo...

Dado que este pulcro doctorcito ama la ciencia más que a si mismo, se guarda muy mucho de expresar una opinión contundente sobre la hipotética posibilidad de que un individuo con semejante carencia pueda acceder a puestos de gran responsabilidad, a no ser que haya sido por la cuota de minusvalía a la que da derecho la administración pública.
Como entiendo que se habla de una empresa privada me resulta todo extrañamente peculiar.

Troglo Jones dijo...

Hola, Doc. Pone usted excesiva fe en la empresa privada. Lo cierto es que los puestos de gran responsabilidad están ocupados muchas veces por personas de grandes carencias de meninges. Afortunadamente, no todos, ni mucho menos.

Debo confesar que, tras el descubrimiento de los hipopótamos, ascendí a Julín a desempleado a la velocidad del viento. Sin embargo, me enteré al poco que había entrado en otra empresa como responsable de desaguisados. Y es que, al principio, engañaba...los dos primeros meses.

Un abrazo.

Félix Amador dijo...

Todos hemos tenido que trabajar con gente así (a lo peor, eran primos de Fanegas) pero tú por lo menos te has podido permitir ascenderlo a abrazafarolas.

La cosa no está para guardar hipopótamos, con tantos parados que no son números sino esperanzas y con tanta mujer trombonista amansando bombas inteligentes.

Dios nos pille confesaos.

Troglo Jones dijo...

Hola, Félix. Los Fanegas es una familia muy extensa. Sí, a veces es bueno tener capacidad despedidora, je, je. Hay muchos que se merecen el puesto que el Julín usurpa. En fin, amigo,salud.