miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cuentos de los mandarines: la parábola del arroz

Cierto día, el mandarín Ku Ñao, flor y nata de la nobleza, abrió sus regias fauces y berreó con la potencia de un dragón:


- ¡PAR DI YOOO!


Y, por efecto del viril berrido, se presentó como por ensalmo ante el mandarín su discípulo, Par Di Yo.


- Oigo y obedezco, Maestro.

- Par Di Yo, cabra del Tibet, tengo un nuevo proyecto para ti. He conseguido colarle uno de nuestros desarrollos consultoriles a un cliente poco ducho, je, je. Ahí te van las especificaciones – Ku Ñao entregó unos pergaminos a Par Di Yo – Dales un vistazo y dame una estimación de Cro-No-Gra-Ma con velocidad de serpiente voladora, Par Di Yo.

- A ver, Maestro. Sí, ya veo. Bueno, viendo las especificaciones, los funcionarios disponibles, la dificultad de la cosa, y contando con la dirección de los vientos monzones, estará listo en dos meses.


El rostro de Ku Ñao se enrojeció cual salsa agridulce.


- ¿Dos meses, marmota de las cumbres? ¿Por qué no dos años? ¿Acaso vas a edificar la Ciudad Prohibida? ¡Es demasiado tiempo!

- Pero Maestro, es el tiempo que se necesita, yo…

- ¡Par Di Yo, sólo sabes poner problemas! ¡Dame soluciones, capullo del loto!

- Está bien, Maestro. ¿Cuándo tenemos que tenerlo listo?

- Como mucho, en quince días.

- ¿Quince días? Pero Maestro, eso es inviable, ¿por qué tanta prisa?

- Porque necesito la Pas-Ta, borrico tuerto, y cuanto antes le enchufe el proyecto, antes podré pasarle la factura.

- De acuerdo, Maestro, de acuerdo. A ver, quitaré de sus proyectos a los funcionarios Na Cho y Pa Ko y los asignaré a éste. Entonces tendremos que retrasar lo de Petardos del Mekong y el de Naranjas de la China, y…

- ¡De eso nada, Par Di Yo! ¡Esos dos proyectos son prioritarios, ciervo imprudente! Ni hablar de retrasarlos. Lo que tienes que hacer es gestionar.

- ¿Gestionar? Pero, Maestro, si todo es prioritario, ¿cómo se puede gestionar?

- ¡Tú sabrás, Pa-Tán de las estepas!

- A ver, Maestro. Entonces, podemos aumentar el presupuesto de forma que nos permita externalizar funciones, y así…

- De aumentar presupuesto nada, Par Di Yo. El cliente es más tacaño que las Ra-Tas.

- Tendremos que reducir el margen entonces, Maestro, porque…

- ¿Reducir el margen, Par Di Yo? ¿Estás en tus cabales, oruga descerebrada? ¿Quieres que te mande a acarrear pedruscos a la Gran Muralla?

- Pero, Maestro, si no puedo modificar nada, ¿cómo puedo hacer en quince días un proyecto en el que se tardan dos meses? ¿Por qué método?

- Por Ko-Jo-Nes, Par Di Yo.

- Eso es otra cosa, Maestro. Si es por Ko-Jo-Nes, la cosa está clara. Estará listo en quince días.

- Así me gusta, Par Di Yo. ¿Ves cómo al final sí que sabes gestionar, gamba perezosa?


Cierto día, no mucho después, el mandarín Ku Ñao, flor y nata de la nobleza, abrió sus regias fauces y berreó con la potencia de un dragón:


- ¡PAR DI YOOO!


Y, por efecto del viril berrido, se presentó como por ensalmo ante el mandarín su discípulo, Par Di Yo.


- Oigo y obedezco, Maestro.

- ¡Par Di Yo, cucaracha traidora! ¿Qué ha pasado con el proyecto de Cometas del Delta? ¡El honorable cliente ha llamado diciendo que me va a partir mi mandarínica je-ta! ¡Ha calificado el proyecto de “Mi-Er-Da de dragón descompuesto”! ¿Qué has hecho?

- Sin duda, Maestro, he hecho una Mi-Er-Da de dragón descompuesto. Pero, eso sí, en quince días, y aplicando el método por Ko-Jo-Nes.

- ¡Rata del desierto! ¡Ahora habrá que rehacerlo o no nos pagará!

- No hay problema, Maestro. He estimado que tardaremos dos meses en rehacerlo.

- ¡Voy a aplicarte todas las torturas chinas que conozco, Par Di Yo, merluzo del río Amarillo! ¡Me las pagarás!

- Maestro, ¿no conocéis la parábola del arroz? Me la enseñó mi honorable abuela, y dice así:


Aunque el arroz tarde quince

se puede cocer en diez,

si te lo tomas a pecho,

se puede cocer en tres,

si es que no te importa el hecho

que no se pueda comer.


- ¡Par Di Yo, si no fuera porque necesito que termines ese proyecto no sé que te haría, zorro taimado! ¡Desaparece de mi vista!

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y Par Di Yo salió disparado, esquivando con agilidad una tetera arrojada por Ku Ñao. Y Ku Ñao se dio cuenta de que ciertos métodos no siempre funcionan, aunque lo parezca, y que la sabiduría popular, a veces, tiene su Mi-Ga.

15 comentarios:

Erradizo dijo...

jajajajajajajajajaj, he pasado decenas de veces por esto, práctica habitual de mi mandarín...

aunque no sé por qué me río, es de lo más triste trabajar así..

abrazo

Esther dijo...

ja ja ja ja Echábamos de menos a los mandarines... muy bueno... en el mundo del diseño todo funciona así, con prisas, el trabajo debe estar hecho para 'ayer', y muchas veces no te dan ni los datos!! Cómo es posible que me dan fechas para terminar de maquetar un libro sin textos e imágenes, es una barbaridad,... pero 'oigo y obedezco maestro'. Muchas veces los mismos clientes son los tardones y te están exigiendo que corras! Ta dan textos llenos de faltas de ortografía, fotos de baja calidad imposibles de imprimir... en fin.

je je je Buena historia, magnífica.

Troglo Jones dijo...

Saludos:

¡Hombre, mi escurridizo amigo, el señor Erradizo! Un placer saludarle de nuevo. Sí, en su sector esto es tan habitual que no es noticia. A ver si también puede vengarse estilo Par Di Yo. Y póngase las pilas, que ya le toca subir el post del cuarto trimestre, je, je, je.

Anónimo, muchas gracias, y bienvenido. Lo de BRILLANTE, ¿lo dices por el arroz? Es que hay que ver que ocurrente soy, je, je.

Abrazos varios.

Troglo Jones dijo...

Esther, has entrado por la retaguardia, je, je. Pues sí, parece que lo irracional es ya lo común en el mundo del trabajo. La verdad es que si no tienes ni textos ni imágenes, no sé que vas a maquetar, je, je. En fin, tratas de protegerte con planes de proyecto, cronogramas y tal, pero no hay forma. Quieren que escribas el Quijote en un fin de semana. Suerte que para algunas cosas existe el copiar y pegar.

Besos.

Doctor Krapp dijo...

Cuando entren los taoístas en China con su pasividad y su filosofía del nohacer todo tendrá una helmosa y honolable solución, mandarín.

Troglo Jones dijo...

No lo creas, Doc. Ku Ñao los pondrá a escribir libros de autoayuda contra el stress a razón de 3 diarios. Y es que la pasta todo lo corrompe.

Salud.

Armando dijo...

No es nada agradable trabajar así, de verdad. Tener un par de escenarios listos ayuda un poco (y practicar el Tao).
Otro bueno de mandarines, como siempre, Troglo.

Saludos

Anónimo dijo...

Pues aquí me hallo, atrincherado en mi puesto de trabajo y leyendo otra de tus genialidades mandarínicas. Si no fuera por estos ratos...

Salud y Rissottos, paellas etc!!

Lienzo tierra dijo...

Muy sabio como siempre.

Troglo ¿sabes que a las hijas de mi compi de oficina les están enseñando chino mandarín? Como te lo cuento. Será para entender a los del todo a un euro, o mejor, yo creo que KU-ÑAo está haciendo nuevos adeptos modificando las mentes jóvenes para dominar el mundo. Dios nos pille confesados.

One kiss.

Troglo Jones dijo...

Saludos de nuevo:

Armando, sin embargo ya se ha convertido en norma. Yo creo que, más que el Tao, hay que utilizar el boxeo Thai.

Por cierto, en los comentarios de ayer me lie contigo y con Héctor, y a él le llame Armando. Disculpadme los dos. ¿Ves lo que pasa por ir siempre tan deprisa?

Hombre 335, verás si te ve Ku Ñao leyendo chorradas en vez de currar, je, je. En fin, me alegro mucho que te ayude a pasar mejor los tragos laborales. Con esa idea nacieron los mandarines, en gran parte, como válvula de escape. A los consultores nos gusta el arroz negro, como nuestra alma.

Mamen, me alegra ver que vuelves a la acción, te echábamos de menos. No me extraña nada lo que me cuentas. No os lo tomáis en serio, pero la mandarinización del universo es inminente, y ya ha empezado. Ku Ñao es mucho más peligroso que Fu Manchú.

Abrazos per tutti.

Ralph dijo...

El mandarinato no ha aprendido las excelencias de un café cargado para alargar la jornada a los Par Di Yo, que si no antes de diez lunas le tiene el trabajo acabado je je je. Por cierto la palabra de verificación viene de perlas "stles" je je je. Saludos.

Troglo Jones dijo...

Ralph, ese del café es un gran avance en el management y las relaciones laborales, como lo fue el látigo de nueve colas, je, je.

Salud.

Mr Blogger dijo...

Si yo te contara los desastres en cuestión de gestión de proyectos que en mi corta vida de currante he visto... no quiero ni imaginar los que has visto tu.

Troglo Jones dijo...

Mister Blogger, ¿otra vez haciendo sesión intensiva de comentarios? De gestión de proyectos se puede escribir una enciclopedia, macho. Lo curioso del caso es que me acuerdo de cientos de cagadas de los demás, pero de ninguna mía, je, je.

Salud.

Mr Blogger dijo...

En los raticos que puedo me voy poniendo al día con los blogs. Estoy de acuerdo sobre lo de la gestión de proyectos. Pero creo que saldrían más libros aún en cuestión de indigestión de proyectos... porque hay muchos que vamos...