miércoles, 6 de febrero de 2008

Poemas de la oficina

Siempre es recomendable releer al gran Mario Benedetti. Especialmente magníficos encuentro sus “Poemas de la oficina”, de los que transcribo un ejemplo aquí. ¡Cuántas veces no me habré sentido así, no me habrá pasado esto! Y a todos, supongo.

Voy a cerrar la tarde
se acabó
no trabajo
tiene la culpa el cielo
que urge como un río
tiene la culpa el aire
que está ansioso y no cambia
se acabó
no trabajo
tengo los dedos blandos
la cabeza remota
tengo los ojos llenos
de sueños
yo qué sé
veo sólo paredes
se acabó
no trabajo
paredes con reproches
con órdenes
con rabia
pobrecitas paredes
con un solo almanaque
se acabó
no trabajo
que gira lentamente
dieciséis de diciembre.

Iba a cerrar la tarde
pero suena el teléfono
sí señor enseguida
comonó cuandoquiera.

Si se puede, se compra uno el libro. Si no, podéis encontrar este y otros libros de Benedetti en la revolucionaria web del Viejo Blues, http://www.viejoblues.com/.

Consérvate bueno.

4 comentarios:

Lienzo tierra dijo...

Qué bueno. Es precioso. Ya tengo algo más que leer. Me apunto la página.
Yo también me he sentido así muchísimas veces. Aparte de pagarte por tu trabajo te tendrían que pagar por el tiempo que empleas en él y que no dedicas a otras cosas tuyas, y eso vale un tesoro. ¡Estás dando parte de tu vida!, no sólo tu trabajo. Bueno, que me pongo fatalista.

Muchas gracias por el enlace pero de verdad que no sé si mi blog lo merece. No me debes nada.

Besos Troglo.

Troglo Jones dijo...

Si no lo hago porque te deba nada, sino porque tu blog es interesante. Claro que lo merece.

Un abrazo

Esther dijo...

Muy muy bueno, buenísimo. Es genial y qué verdad más cierta! Ay! Benedetti, qué bien sabes decir las cosas por su nombre! Este es un poema que debería estar en todas las mesas de oficina! ja ja ja ja

Un abrazo, amigos!

Troglo Jones dijo...

Me alegro que os guste. Yo ya he decidido no currar nunca más.

Abrazos.