domingo, 29 de marzo de 2009

Cuentos de los mandarines: los secretos del buen maestro

El gran mandarín Ku Ñao, vestido con lujosas sedas bordadas, adornadas sus manos con artísticos anillos, y con sus cuidadas uñas de diez centímetros, repasaba los proyectos de su mandarinato con su fiel discípulo, Par Di Yo:


-Veamos, Par Di Yo, marmota de las nieves, ¿qué nos han pedido nuestros honorables clientes últimamente?

- Maestro, la Compañía Nacional de Palanquines nos ha solicitado formación para su personal en Gestión de Cobros.

- ¡Ah, la formación! ¡El bálsamo de las consultoras! Y además, subvencionada, je, je. Si no fuera por ella, nos costaría pasar estas grandes crisis, y a lo mejor tenía que dejar de almidonarme los bigotes con oro.

- Maestro, nosotros no somos expertos en el tema de la Gestión de Cobros, así que no vamos a poder aportar nada al cliente, así que será mejor decirle que no...

- ¿Decirle que no? ¿Estás en tus cabales, simio demenciado? ¡Aquí no se dice que no a nada! ¡Lo que sea, se Pi-Ya, y luego, ya veremos! ¿No ves que no hay nada peor que decirle que no a un cliente, Par Di Yo, lechuguino agridulce?

- Ejem, Maestro, yo creo que hay una cosa peor. Decirle que sí...y hacerlo mal.

- ¡No digas más Bu-Rra-Das, Par Di Yo! ¿Has estado leyendo otra vez a esos Ma-Ri-Ki-Tas de filósofos? ¡Eres contumaz en tu desobediencia! ¡Te voy a mandar a plantar arroz al Mar de la China!

- ¡Maestro, imploro vuestro perdón!

- ¡Escúchame bien, Bo-Rri-Ko a la soja! Durante todos estos años yo he representado el papel de experto en áreas como Contabilidad, Ventas, Gestión de Franquicias, Cría del Oso Panda, Motivación, Prevención de Riesgos, Trabajo en Equipo, Caza de Dragones, y mil cosas más. ¿Es posible que yo pueda ser un experto en todos estos temas, Par Di Yo?

- Er...pues, creo que no, Maestro.

- ¡Por supuesto que no, Ma-Me-Lu-Ko! Así que sólo hay dos posibles explicaciones para que yo haya podido dar cursos o conferencias sobre todos esos temas sin acabar en las cárceles del Emperador.

- ¿Y cuáles son esas explicaciones, Maestro? Ardo en deseos de sabiduría.

- La primera, Par Di Yo, es que los que me escuchan saben menos que yo, así que no son capaces de discernir si sé algo o no. Sobre todo si tengo una cara de Ce-Men-To y me paseo por allí como si fuera el inventor de la salsa agridulce. Pero hay una segunda explicación más importante.

- ¿Cuál, Maestro, cuál?

- La segunda explicación es que doy cursos muy parecidos, con algunas variaciones. Si uno tiene la labia suficiente, Par Di Yo, una argumentación puede llevarte a cualquier sitio.

- No lo entiendo, Maestro. ¿Cómo pueden ser parecidos? ¿Qué tiene que ver la Caza de Dragones con las Ventas?

- Escucha, asno impaciente. Imagina que yo sólo se hacer un ejercicio didáctico, que sea, por ejemplo de comunicación, y del que se saquen dos o tres conclusiones. ¿Me sigues?

- Sí, Maestro.

- Pues lo que hago es colar ese ejercicio en todos los cursos. ¿Cómo? Chu-Pa-Do, Par Di Yo, observa que “comunicación” es un concepto tan genérico que puedo acoplarlo casi a cualquier cosa. Piensa en Ventas, Marketing, Atención al Cliente, Negociación, Motivación, …en todos estos la relación con la “comunicación” es clara y fácil de obtener, y es fácil colarlo. Pero también es fácil de colar en Prevención de Riesgos (una buena comunicación evita muchos accidentes), en Logística de Almacén (ya que una buena comunicación es vital para que haya la coordinación necesaria) o en Implicaciones del Eu-Ro en el Punto de Venta (puesto que lo importante es ganarse la confianza del cliente y gestionarla bien, que no crea que le timamos, y esto solo se consigue a través de una buena comunicación). Como ves, Ca-Pu-Ya-Zo, se puede hacer cualquier arabesco dialéctico. Y esto con un solo ejercicio. Si tengo tres o cuatro, mis posibilidades se amplían de forma exponencial, je, je, je. ¡Puedo hablar sobre cualquier tema contando siempre lo mismo!

- ¡Maestro, menudo invento! ¿Es como contar el mismo chiste siempre pero unas veces dices que es de Le-Pe, otras Man-Chú y otras tibetano, según dónde estés?

- ¡A-Hí Le-Has Dao! ¿Te das cuenta, Par Di Yo? Esto se llama flexibilidad didáctica. ¡Decirle que no! Anda, batracio nocturno, cambia el título y el logotipo del curso de Gestión de Reclamaciones y llama al cliente, que vamos para allá.

- Oigo y obedezco, Maestro.


Y así fue como el mandarín Ku Ñao inventó la flexibilidad didáctica. Y los escribas recogieron sus enseñanzas para los siglos venideros:


Con un poquito de labia

y un morro descomunal

se es experto en Yugoslavia

y máster en el Nepal.

9 comentarios:

Armando dijo...

Es verdad Troglo. Lo he notado en el marketing de algunos sellos discográficos.

Saludos

Troglo Jones dijo...

Fíjate, Armando, y es que en todas partes cuecen habas, je, je.

Saludos.

Ralph dijo...

Troglo Ku ñao no sabrá nada sobre unos Master que venden por ahí que son la releche y que te vas a quedar Fli pa o verdad???

Troglo Jones dijo...

Ralph, no me extrañaría nada. Muchos de esos másters son un Co-PY Pas-Te tres delicias que no se los salta un mandarín, y hay mucho Ku Ñao detras. Con el tema ese, hay que analizar muy bien dónde se mete uno, aunque a veces no es nada fácil saberlo hasta que es tarde.

Un abrazo.

Doctor Krapp dijo...

Dios santo, Troglo, leyendo tus textos me voy a convertir en maoista y favorable a la Revolución Cultural a estas alturas de la película.
Hicieron bien los comunistas cargándose a esa escoria tomemos ejemplo de ellos y pasemos por la piedra a tanto gestor, comercia, y marketinero acorbatado.

Troglo Jones dijo...

Tranquilo, Doc, je, je. El entorno favorece la aparición de determinadas especies. Habría que redefinir el entorno, y eso no va a ser fácil. El comunismo que hemos conocido creo enormes males. Pero eso no es motivo para que yo me crea que lo que tenemos es "lo menos malo posible", y con esa excusa no meneallo. Ni de coña.

Salud.

Lienzo tierra dijo...

Me ha gustado eso de almidonarse los bigotes con oro, jajajaja.

Todas las empresas deben de ser iguales porque yo identifico todo lo que cuentas en los mandarines con sitios donde he trabajado.

Por ejemplo, cuando enviábamos personal a otras empresas (para facturarles por ellos, claro) les inventaban el currículum, y he visto a gente ¡estudiarse su propio currículum porque ni se lo sabían! Luego cuando lleguen al cliente ya que saquen las castañas del fuego como sea, pero la empresa que se lleve la pasta, es lo primordial.

Esther dijo...

ja ja ja ja Muy bueno, como siempre. Me encantan estas historias y sobre todo los "insultos" a Pardillo porque dicen mucho y a la vez no significan nada.

Un abrazo.

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Mamen, afirmativo, la mayoría de las empresas tienen muchos puntos en común, y se almidonan el bigote. Sí, como dice Ku Ñao, tú di que sí, y luego ya veremos como salimos de esta. Y lo de inventarse el curriculum es muy habitual, los haces a medida, llega un momento que al final no sabes quién eres, y qué es verdad y qué mentira. Te entra complejo de Mortadelo, siempre disfrazao, je, je.

Jelou, Esther. Pero sólo le insulta para motivarle, je, je. Es lo que tienen los mandarines, que dicen mucho, pero no significa nada. Se aplican el refrán al revés, "cuando no tengas nada que decir, demuéstralo con muchas palabras".

Abrazos a las dos.