jueves, 21 de mayo de 2009

Cuentos de los mandarines: los grandes guerreros

El mandarín Ku Ñao, hijo del celeste imperio, abrió su aristocrática boca y profirió un berrido digno de dragón al que le pisan el rabo:


- ¡PAR DI YOOOOOO!


Con el corazón desbocado por el susto, apareció de inmediato en la puerta del mandarínico despacho su discípulo Par Di Yo:


- ¡Oigo y obedezco, Maestro!

- Par Di Yo, hijo de un burro mongoloide, ¿esto que has perpetrado es el presupuesto para El Rey de Tallarines, S.A.?

- Pues sí, Maestro, ¿pasa algo?

- ¿Qué si pasa algo, comedor de opio? – dijo Ku Ñao, purpura de ira, mientras lanzaba el presupuesto sobre el asustado Par Di Yo - ¿Es que aquí nadie sabe hacer nada? ¡Estoy rodeado de Ce-Po-Rros! ¡Llévatelo y triplícalo!

- ¡Pero, Maestro...!

- ¡Chi-Tón, Par Di Yo! ¿Y esta lista que me has dejado aquí, qué es?

- Maestro, es la relación de personal del mandarinato, para la comida de...

- ¡Por los mil crisantemos! ¿Qué te decía? ¡Es impresionante la colección de deprimentes monos de la soja que trabajan aquí! ¿Qué hice yo en otra vida para merecer este personal? Mira éste, Ku-Rri-Tó, con menos luces que un grillo fumado. Nunca pasará de chupatintas de segunda. ¿Y éste, Prin-Gao? Un vago de siete suelas. ¿Y Pe-Pón? Este alcanzó su techo profesional cuando entró con Be-Ka. Y esta otra es una inmadura, este un triste, y ese un Fri-Ki. ¡La justa ira del mandarín me desborda! ¡Reúnelos a todos, Par Di Yo, que les voy a decir lo que pienso de ellos!

- Pero, Maestro, si ya se lo decís todos los días.

- Sí, pero individualmente, ahora quiero humillarles en grupo.

- Er, Maestro, yo no sé si es buena idea.

- ¿Cómo dices, Par Di Yo? ¿Cómo te atreves, culebra del arroz?

- Maestro, ¿por qué tenemos el personal que tenemos?

- ¿Qué pregunta es esa, Par Di Yo? Probablemente por una antigua maldición de los dioses.

- Maestro, yo creo que tenemos lo que atraemos.

- ¿Qué insinúas, Par Di Yo, descarado mastuerzo?

- Maestro, nuestro mandarinato es bastante birrioso, y pagamos fatal. Por tanto, los mejores no vienen a trabajar aquí. Tenemos los trabajadores que tenemos.

- Una birria, Par Di Yo.

- Pero, Maestro, aunque fueran una birria, que habrá de todo, son los únicos que tenemos. Habrá que sacar lo mejor de ellos.

- ¿Qué quieres decir, Par Di Yo?

- Maestro, un general puede tener unos soldados birriosos y cobardicas, pero no sería muy inteligente por su parte el hundir su motivación, llamándolos cobardicas permanentemente. Más le valdría a ese general tratar de motivarles, y tratar de convencerles de que no son cobardicas, sino grandes guerreros. Porque son los únicos soldados que tiene. Tiene que sacar lo mejor de ellos...¡porque son lo único que hay entre él y el enemigo!

- ¿Quieres decir, Par Di Yo, que si no les digo a estos ciervos de la pradera que lo son, sino que son unos mandarines en potencia, obtendré más de ellos?

- Sin duda, Maestro...

- ¡Qué buena idea, Par Di Yo! No sabía que eras tan maquiavélico, je, je, je. Sí, con mi labia de mandarín puedo convencer a estos inútiles de que son la reencarnación de Gengis Khan, je, je. Así podré sacarles todavía más rendimiento, y sin subirles el sueldo, je, je, je. ¡Me relamo de gusto! ¡Qué gran herramienta de gestión es la mentira!

- Pero, Maestro, yo no lo decía con esa intención...

- Vamos, Par Di Yo, júntamelos en el Gran Salón, que les voy a dar tanto Ja-Bón que van a salir convencidos de que son hijos del Emperador.

- Oigo y obedezco, Maestro – dijo el resignado Par Di Yo.


Y así fue como Ku Ñao volvió a entender las cosas a su manera. Y los escribas recogieron la esencia perfumada de la historia en sus floridos versos:


Mandarín, no seas llorón

y piensa un poco primero.

Recuerda que el mal patrón

nunca encuentra buen obrero.


P.D: Dedicado a todos aquellos “magníficos jefes” que pasan su vida “rodeados de inútiles”. Cuando pienses que tus empleados son una mierda, piensa que, a lo mejor, son lo que te mereces.

16 comentarios:

Armando dijo...

No sé como anda la famosa espiral inflación-sueldo, Troglo, pero se solía decir que aquí los empleadores hacen como que pagan y los empleados hacen como que trabajan. Es complejo el asunto, pero de las maquiavélicas buenas intenciones sólo se sabe que llevan a la florida o árida historia, según. Yo por eso no tengo je je.

Esther dijo...

jelou Troglito, justo ayer por la noche leí un capitulito de "El Pez que no quiso evolucionar" (ya sé que a ti no te gusta ese libro pero a mi me resulta interesante), y justo trataba sobre el tema de tu Mandarín. Dice frases como: "Mejore en la dirección de personas y seguro que mejorarán sus resultados". "¿Realmente alguien puede pensar que exista tanta gente incompetente y decaída en las empresas? ¿No será un asunto tan básico como tratar y dirigir mejor a las personas?".

Pues eso.

Abrazos mandarinos!

Doctor Krapp dijo...

Con moraleja y todo.
La cuestión es: el patrón siempre sale del mismo pelotón y no es que se lo merezca o no se lo merezca es que no hay más cera que la que arde y él es una parte más de lo que necesita rechazar para sentirse de mejor condición.

Esther dijo...

No siempre Krapp, no los metas a todos en el mismo saco. Hay directores super válidos, que saben dirigir bien y confiar en la gente que tienen a su cargo. Y también hay trabajadores que no se responsabilizan lo suficiente y no es gente comprometida ni realiza bien su puesto.

Troglo Jones dijo...

Saludos:

Armando, aquí quizá no está tan crudo, aunque algo hay. Y cualquier buena intención puede usarse con mala intención.

Jelou, Esther. No he leído ese libro, aunque es cierto que tiende a no gustarme ese tipo de literatura. Muchos mandarines la leen, pero una cosa es predicar y otra, dar trigo. Da igual que tu gente sea buena, mala o regular. Son lo que tienes, y tu misión es sacar lo mejor de ellos. Pero es más fácil quejarse.

Abrazos.

Esther dijo...

No echemos siempre la culpa a los mandarines. veamos cada caso.

Ese tipo de literatura??? Ah! Es que es literatura? para mi no. Ayer me leí un capitulillo en un minuto, y viene a decir lo mismo que en tu blog no creas!

Troglo Jones dijo...

Vaya, habéis entrado por la retaguardia cuando contestaba.

Es lo malo, Doc, que se salen del conjunto. Recuerdo una conversación en que uno me dijo: "si tuviéramos consultores como los de X (la empresa más gorda del sector) ya verías como no teníamos estos problemas, y tal y cual". Ya, pero, ¿qué consultor de X en su sano juicio va a querer trabajar aquí? ¿crees que un consultor de X aceptaría tener un jefe como tú? En fin, es humano.

Esther, claro que los hay. Hay de todo. No se me ocurre plantear que todos los trabajadores son buenos. Pero son los que tienes y, a falta de otros, debes sacarles lo mejor.

Abrazos.

Troglo Jones dijo...

Esther, otra vez me has hecho la jugada, je, je. Sí, a veces los mandarines me quedan como estos librillos. La edad me vuelve más blando.

Un jefe honesto no es un mandarín, el mandarín es malvado por definición. Por suerte, hay gente buena y capaz de un lado y de otro.

Lienzo tierra dijo...

Vaya vaya, Pardiyo dando clases a Kuñao, parece que la cosa va cambiando.

Tengas trabajadores buenos o malos, los malos se vuelven más buenos cuando les das motivación y los tratas bien, pero los de arriba suelen pensar al revés, que cuanto más putees a la gente mejor trabajará, porque para eso eres el que mandas y pones orden.

En fin...cosas de mandarines.

Troglo Jones dijo...

Pues sí, Mamen, lo que pasa que Ku Ñao entiende por la bragueta, como los gigantones, je, je.

Por desgracia, el estilo "latigo" está más extendido de lo que parece. Aunque también hay curritos que, con echarle la culpa de todo al jefe o a la empresa, ya lo tienen todo hecho.

Abrazos.

Ralph dijo...

Hay mandarinatos que trabajan con la consigna de un salario pal operario y mientras consigan prin-gaos en esas condiciones lo llevan a rajatabla. Saludos.

Troglo Jones dijo...

Sí, Ralph, eso es lo malo, que en estas épocas de crisis, sobran Prin-Gaos para trabajar a cualquier precio.

Salud.

Mr Blogger dijo...

Lo peor es que normalmente no tienen lo que se merecen, sino que encima tienen más de lo que se merecen.

Troglo Jones dijo...

Sí, Mister, sobre todo cuando hay crisis, y los que valen no se pueden ir. Como dicen, "es cuestión de educación", jeferil, en este caso.

Salud.

Anónimo dijo...

Me salgo un poco por la tangente. No sé si habeis visto una película de Woody Allen, "Broadway Danny Rose". El post me la ha recordado

Salud

Troglo Jones dijo...

Saludos, Hombre. Pues no la he visto, ¿salen mandarines, je, je? Tendré que echarle un vistazo.

Abrazos.