jueves, 30 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


Me gusta esta portada otoñal, con los amigos Art Farmer y Gigi Gryce encontrándose por casualidad, je, je. La portada es de Miles (suponemos que Reid, claro) y Edwards (suponemos que Esmond, claro), y premio para el que encuentre la firma, porque está firmada. Es un disco del 55, y os encantará a todos los que os guste el jazz sin más, el puro y clásico. Esto es “Social Call”, original de Gryce, y además de Farmer a la trompeta y don Gryce al saxo, la sección rítmica impresiona bastante: Horace Silver al piano, Percy Heath al bajo y Kenny Clarke a la batería. Pues al lío.


martes, 28 de septiembre de 2010

Notas

-¡Puto Bocazas! – le dije a mi loro, Puto Bocazas – Observo que en esta partitura de “Ain´t Misbehavin’” faltan notas. De hecho, faltan todos los fas. ¿Se puede saber dónde están?
- Se han puesto en huelga, Troglo. ¿No las oyes? Están manifestándose en el salón.
- ¿Será posible? ¡Eh, pero algunas de esas protestas que oigo son en sostenido!
- Sí, se han solidarizado los fas sostenidos y el sindicato de los sol bemoles.
- ¿Y qué tripa se les ha roto?
- Según ellas, no se les valora lo suficiente, y tienen un exceso de trabajo, por lo que piden que se contraten más fas.
- ¡Pero si esa partitura está llena de fas! ¿Cómo más?
- Ahí duele, Troglo, que como son un servicio esencial, te paralizan la partitura. Si se ponen en huelga los la bemol, pues te da igual, ya te apañarás sin ellos, pero los fas…
- ¡Grrr! ¿No tendrás tú algo que ver en esto?
- ¿Yo? Soy inocente como un recién salido del cascarón. Eso sí, me han pedido mi intermediación, y me han pasado sus reivindicaciones. Dicen que puedes sustituir los silencios por fas, por ejemplo. Y, además, quieren que les des a todas la categoría de blancas, por lo menos. No volverán a la partitura hasta que estas condiciones se cumplan.
- ¡Narices! Me apañaré con los mi torciendo un poco el morro.
- No te lo recomiendo, Troglo. Si contratas esquiroles son capaces de movilizar a las fas de otras partituras. Imagínate. Que las fas son muy poderosas, Troglo, que tienen la sarten por el mango, te lo tengo dicho.

Yo creo que me ha dado demasiado el sol este verano.


domingo, 26 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


Ahí va ese pedazo de portada, diseñada por Lee J. Morton para “Cookin’”, disco del saxofonista Booker Ervin de 1960. En la misma portada tenéis el grupo que acompaña al amigo Booker, que grabó bastante con Mingus y que murió demasiado joven, con 40 años. Por cierto, hay aquí otros de los mingusianos, el inevitable Danny Richmond y el misterioso Richard Williams, del que ya comenté en otra entrada. Si no la leísteis en su momento, debéis leerla urgentemente, y si ya la leisteis debéis leerla otra vez urgentemente. Este tema es un original del señor Ervin, y se llama “Well, Well”. Pues sí.



Ahora que lo miro más despacio, realmente no escribí nunca una entrada sobre Richard Williams, pero así le dais un repasillo al blog, que lo tenéis un poco abandonado, je, je.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Publicidad

¡Eh! ¡Señor! ¡Señora! ¡Señorita! ¡Señorito!

¿Es usted un currito insignificante?

¿Nadie le hace ni caso en la empresa?

¿Gana una ful de sueldo?

¡Pues eso se acabó! Porque POR FIN, ya está aquí...

¡¡DIRECTORCINA!!

¡El tratamiento que le convertirá en Director de Operaciones!

¡Deje de ser un pringao y de chapar, y conviértase en un ser glamuroso! ¡El principio activo de la DIRECTORCINA convierte su cerebro en terciopelo, de forma que se le ocurrirán constantemente gilipolleces preciosas que no sirven para nada! ¡Pero todos le harán caso!

Algunos testimonios de quienes ya han probado DIRECTORCINA:

“Desde que tomo DIRECTORCINA, soy guapo y ocurrente”

“Fue empezar a tomar DIRECTORCINA y ahora tengo mogollón de camisas de rayas con mis iniciales”.

“Ahora, tengo una reunión a las ocho de la tarde y parece que acabo de salir de la ducha. Y es que decir tantas gilipolleces y que todo el mundo te las ria, relaja mucho”.

Ya lo sabe: ¡¡DIRECTORCINA!! En comprimidos o supositorios. ¿A qué hostias espera para triunfar?

* Este medicamente puede producir cierta imbecilidad. Consulte a su loro.

martes, 21 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


Me gustan unas cuantas de las portadas que hacía Argo. Esta la firma Don Brodstein, para un disco del 62 del trombonista Al Grey, ahí en la esquinita, con su sordina desatascador tan característica. Por cierto, mi amiga Esther hizo grandes fotos (como siempre) de Al.

En este tema acompañan a Al su amiguete Billy Mitchell al saxo tenor, David Burns a la trompeta, Bobby Hutcherson al vibráfono, Floyd Morris al piano, Herman Wright al bajo y Eddie Williams a la batería. La cosa se llama “Nothing But The Truth”, la compuso Billy Bowen, y eso es lo que es: simple, directo y de verdad. Como diría Al, “snap your fingers”.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Clases de política económica creativa


Visto lo visto, ya que el empleo es un bien tan escaso, debería subvencionarse fuertemente su creación. Pero siempre se ha subvencionado desde el punto de vista de la empresa, lo cual es un craso error de concepto, y ya se ha visto que no soluciona nada. La solución está en el fomento del empleo vacante. Quiero decir que deberían pagarme por no trabajar. Claro, pensadlo bien, si yo no trabajo, creo puestos de trabajo, ¿no? Los que no ocupo yo y se los dejo a los demás. Yo podría trabajar un montón de horas al día, pero no me da la gana. Y lo hago por pura generosidad solidaria. Me encantaría trabajar pero, como amo tanto a mis semejantes, prefiero que trabajen ellos. Fijaros, los vagos somos realmente el motor de la creación de empleo. Esa solidaridad debería ser premiada de alguna manera, digo yo. ¿Eh? ¿Eh?

jueves, 16 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


Aquí va otra portada de un disco de Serge Chaloff, “Boston Blow-Up!” de 1955. Parece que los soplidos de Serge son como los del lobo de los tres cerditos, levantando una ventolera que inclina los árboles y todo, y hasta el faro del fondo, je, je. No sé quién la diseñó, porque el disco no lo dice, pero el caso es que ese estilo no me es desconocido.

El album lo produce el amigo Stan Kenton, y Serge se acompaña de un grupo peculiar, del área de Boston o relacionados con Kenton, como el saxo alto Boots Mussulli, el trompetista Herb Pomeroy, el pianista Ray Santisi, el bajo Everett Evans y el batería Jimmy Zitano. Y lo que se oye (si le das) es “Sergical”, una de las muchas composiciones de Mussulli que hay en este disco. Pues todo eso.


martes, 14 de septiembre de 2010

Cuentos de los mandarines: agentes del caos

El dignísimo mandarín Ku Ñao, luz de Oriente y genio de los negocios, revisaba en su lujoso despacho las estrategias para chin-char aún más a sus Cu-RRi-Tos, cuando decidió solicitar la presencia de su discípulo, Par Di Yo:

- ¡PAAR DII YOOOO! ¡Acude a mi regia presencia cual caballo desbocado!

Y, rápido como el viento del oeste, apareció en el despacho el susodicho Par Di Yo:

- ¿Llamabáis, oh, Maestro? ¿Qué deseáis de vuestro humilde discípulo?
- Ah, Par Di Yo, mosca perezosa. Lo cierto es que no deseaba nada, pero a veces a los mandarines nos gusta demostrar nuestro poder haciendo ir a la gente de acá para allá.
- Muy justo, Maestro. Para eso vos sois mandarín, y yo no.
- Ahí le has Da-O, Par Di Yo.
- Maestro, aprovechando mi presencia ante vuestra mandarinez, me gustaría haceros una pregunta en relación a este tema, si vuestra magnanimidad lo permite.
- Pregunta, lagarto de los árboles.
- Maestro, a todos nos gustaría obtener el grado de mandarín pero, ¿cómo se obtiene? ¿Qué hay que hacer?
- Par Di Yo, este es el secreto que todos buscan. ¿Cómo hacerse con el glorioso poder y dirigir el Co-Ta-Rro? Hay varias formas de llegar a ser mandarín.
- ¿Cómo llegó vuestra mandarinez a conseguirlo, Maestro?
- Verás, Par Di Yo, en mi caso, y dado mi maquiavelismo natural, llegué al mandarinato absoluto pasando antes por la digna fase de agente del caos.
- ¿De qué, Maestro?
- Escucha bien, orangután bellotero. ¿Acaso no sabes lo que es un agente del caos? ¡Es la mejor forma de alcanzar el poder y eliminar a la competencia, si se hace bien!
- ¿En qué consiste, Maestro?
- Anota bien, Par Di Yo, porque este es un secreto ancestralmente guardado por los mandarines. Imaginemos que tú ocupas cualquier posición en una empresa o mandarinato. Quieres obtener el poder, y hacer las cosas como a ti te dé la gana. Pero en esa empresa hay otras personas, algunas de la cuales son, por desgracia para ti, competentes.
- ¿Por desgracia, Maestro?
- ¡Pues claro que por desgracia, camello de las ramas! La gente competente siempre es una amenaza. Pero el agente del caos que se precie es capaz de convertir lo competente en incompetente, como el mejor de los magos.
- ¿Cómo es esto, Maestro?
- Atiende, somormujo bizco. Lo primero es, sutilmente, transmitir que tú harías las cosas de otra manera, y que esa manera es la correcta, y la mejor para la compañía. Casualmente, claro, esa manera es la que mejor se adapta a tus objetivos individuales. Por supuesto, las personas competentes tienen la mala costumbre de tener criterio, así que no te harán caso. Dirán: “bueno, yo pienso de otra manera, y esta manera da buenos resultados”. El aspirante a mandarín no debe alterarse. Simplemente, aceptar esto y seguir proclamando constantemente que nuestra manera es la buena y que, probablemente, la manera actual de gestionar no es la buena, y no dará buenos resultados.
- Pero da buenos resultados, Maestro.
- Espera, tarugo impaciente. Aquí es donde entra el agente del caos. Hay que conseguir, precisamente, que los resultados sean malos.
- ¿Hablamos de sabotaje, Maestro?
- ¡Qué palabra más fea, Par Di Yo! Yo prefiero hablar de disfunción de procesos, que queda más mandarínico. Pero, sin duda, hablamos de sabotaje. Te lo pondré con un ejemplo tan sencillo que hasta una medusa del Mar Amarillo como tú lo entenderá. Imagina que tú tienes el poder de barrer la oficina, ¿de acuerdo?
- Singular poder, Maestro.
- Es sólo un ejemplo, cebolla silvestre. Yo quiero ese poder, pero tú barres bien. Lo que haré será decir, y repetir una y otra vez, que esa no es la forma correcta de barrer, y que nos va a traer problemas. Lo repito y repito. Tú sigues barriendo como has barrido siempre, porque los resultados son buenos. ¿Qué hago yo? Cuando no miras, escupo en el suelo.
- ¡Qué asco, Maestro!
- ¡He dicho que es sólo un ejemplo, jumento de río! Además, cuando no estás, bajo a la calle y mancho mis zapatos con barro. Vuelvo a subir y lo pongo todo perdido. Entonces, espero a que tú vuelvas, y empieza mi representación. Proclamo a los cuatro vientos: “¿Lo veis? ¡Ya os lo dije, esta forma de trabajar nos traería problemas! ¡Todo está sucio!”
- Pero sólo está sucio porque lo habéis manchado, Maestro.
- Pero tú no lo sabes, Mer-Lu-Zo. El problema de la gente competente es que suele ser de buena voluntad, por lo que tarda mucho en ocurrírsele que pueda estar sabo…disfuncionando procesos. Te quedarás pensativo, y dirás: “¡Qué extraño! Esta forma de barrer me ha funcionado siempre, y juraría que cuando me fui estaba limpio. Pero no hay duda de que Ku Ñao tiene razón, todo está sucio. ¿Qué ha podido fallar?” Y el pobre infeliz se pone a trabajar buscando fallos en el proceso, sin darse cuenta de que no hay fallo, soy yo el que lo pone todo perdido. Eso sí, hay que ser cauteloso cual zorro para que no se den cuenta de lo que estás haciendo hasta que sea tarde. Sutileza, Par Di Yo, sutileza oriental.
- ¿Y después, Maestro?
- Sigues durante una temporada con esto. Cada vez elevas más el tono de tus quejas y tu presión: “Os lo dije, este sistema no funciona. ¡Nos llevará a la ruina! Dejadme ayudar al mandarinato, dejadme que lo haga a mi manera, que es la buena”. Y, a la vez, aumentas la intensidad del…disfuncionamiento de procesos. Lo que consigues al final, si lo haces bien, es crear una sensación de caos tan grande que se hace necesario hacer algo. Es aquí cuando de nuevo, muy humildemente y siempre jurando por Confucio que lo haces por el bien del mandarinato, insistes en que te dejen barrer a ti.
- Pero ahora habrá que obtener resultados, Maestro.
- ¡Calamar de charca! ¿No te das cuenta de que obtener resultados en estas circunstancias es tremendamente fácil? Aunque yo barriera mucho peor que tú, lo único que tengo que hacer para que las cosas vayan mejor es, simplemente, dejar de dar por Sa-Co y no escupir en el suelo.
- Creí que se llamaba disfuncionamiento de procesos, Maestro.
- ¡Menos ironía, melón amarillo!
- ¡Perdón, Maestro, perdón!
- Si lo haces bien, Par Di Yo, incluso la persona a la que estás haciendo la Ca-Ma, que el pobrecito ya quedamos en que tiene buena voluntad, te dará la razón, y dirá: “Pues lo cierto es que está más limpio que antes. Parece mentira, pero así es”. Con esto, has conseguido quitártelo de en medio, Par Di Yo. Has quedado como el salvador de la patria, cuando lo que has hecho es solucionar un problema que tú mismo habías creado.
- Desde luego, sutileza oriental, Maestro.
- Puedes ir repitiendo la estrategia hasta llegar al poder absoluto, Par Di Yo. Pero recuerda, lo importante es que nadie se dé cuenta de lo que estás haciendo. Ser agente del caos no es fácil. Y ahora déjame, ganso de las nieves, que tengo que seguir maquinando maldades.
- Oigo y obedezco, Maestro.
- Par Di Yo.
- ¿Sí, Maestro?
- Borra esa media sonrisa de tu siniestra y oriental faz. Si estás pensando en hacer de agente del caos conmigo, que ni se te pase por las mientes. Es una estrategia que no funciona cuando enfrente tienes otro que es más Ka-Brón que tú.
- ¡Jamás se me ocurriría tal cosa, Maestro!
- ¡Galopa, jamelgo de los valles!

Y así fue como Par Di Yo conoció lo que es un agente del caos, habitual fase larvaria de los mandarines. Y los escribas recogieron estas enseñanzas para el aprendizaje de las futuras generaciones:

Si mandarín quieres ser
y eliminar competencia
debes ponerte a joder
y echarle mucha paciencia.
Cuando llegue la ocasión
y si has sido bien discreto
quedarás cual campeón
con sólo quedarte quieto.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan

Portada de blancos y negros, Riverside y su logo del micrófono, Mundell Lowe tan bien peinadito, con el inseparable cigarrillo de la época, y un despertador cuasi daliniano. El diseño de la portada es de Fran Scott y la foto de Hank Parker.

Este disco es del 56 y en él, Mundell y su guitarra se meten con esos tiempos lentos que a veces marcan la diferencia entre los músicos que tienen algo que decir y los que son puros fuegos artificiales. Elegimos una de las gordas, "You don't know what love is", donde acompañan al señor Lowe el bajista Trigger Alpert (que luego se dedicaría a la fotografía, por cierto) y el batería Ed Shaugnessy. Despacito.


jueves, 9 de septiembre de 2010

La opinión del experto


- Buenas noches, señoras y señores. Hoy, en la opinión del experto, les traemos las interesantes declaraciones de don S.S.Siseante, de profesión pitón crujehuesos. Señor Siseante, ¿qué opina de la reforma laboral?
- Como experto en estrujamientos, yo la recomiendo fervorosamente.
- Muchas gracias, señor Siseante. ¿Desea añadir algo más?
- Aprovecho la oportunidad para decir que, a pesar de mi mala fama, comparado con los de recursos humanos de las empresas, soy una madre.
- Si es que tiene usted cara de buena persona, señor Siseante.
- Gracias, hombre. ¡Venga un abrazo!

martes, 7 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


¡Ay, amigo, me encanta esta portada! Como no, fotaza de Francis Wolff y diseño de Reid Miles. También me encanta este disco, “The Magnificent Thad Jones”, 1956, con el magnífico a la trompeta, Billy Mitchell al saxo, Barry Harris al piano, Percy Heath al bajo y Max Roach a la batería. Y me encanta este tema de Thad, “Thedia”, que no da nada de tedio, sino todo lo contrario. Disfruten de uno de los luminosos hermanos Jones.



domingo, 5 de septiembre de 2010

Comunicado


Ministerio de Sanidad

Dirección General de Enfermedades Imaginarias



La presente va dirigida a todos los profesionales sanitarios del sistema público de salud. Con el objetivo de tratar con una mayor eficacia la epidemia de desempleo que sufre el país, se adoptará la siguiente medida, de aplicación obligatoria:


En los últimos tiempos se han convertido con éxito en enfermedades comportamientos que nunca se habían calificado como tal, apareciendo chorradas como el síndrome de déficit de atención por hiperactividad, la tanorexia, la vigorexia, y otras por el estilo. En la misma línea, los profesionales sanitarios deberán, a partir de ahora, inquirir a sus pacientes cuando acudan a consultas sobre su situación laboral (si están desempleados y el tiempo que llevan en el desempleo). En el caso de que el paciente lleve más de 6 meses en desempleo, deberán diagnosticar, de forma obligatoria, atrofia currelar, también conocida como deficiencia autoinmune del factor trabajo .


El objetivo de esta medida es reducir el desempleo por el expediente de convertir a los desempleados en enfermos. Más vale un problema de salud pública que uno social.


En Mundo Feliz, a tantos de tantos de dosmilycuantos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Portadas que me gustan


¡Que ya me tocaba! Me gusta esta portada por lo canallesca. Y es que Tijuana siempre ha tenido fama de ciudad canalla. El tío Mingus pasó una temporadita aquí para, por lo visto, olvidar un desengaño amoroso. Un destino mejicano, porque Mingus nació muy cerca de la frontera con Méjico, y murió en Cuernavaca. No quiero ni imaginarme sus andanzas en Tijuana. Después, recopiló sus sensaciones en este disco.


Acompañan a Mingus en sus temas tijuaneros el batería Danny Richmond, como no, el trombonista Jimmy Knepper, y algunos de esos músicos absolutamente desconocidos, que sólo salían en los discos de Mingus y luego se los tragaba la tierra, o casi, como el pianista Bill Triglia, el saxofonista Shafi Hadi (antes Curtis Porter) o el trompetista Clarence Shaw. Y en esta “Ysabel´s Table Dance” también aparece Isabel Morel, otra de esas artistas fantasma de Mingus, que aporta voces, palmas y castañuelas. Aunque lo de las castañuelas no está tan claro, porque en otras ediciones le dan los créditos de las castañuelas nada menos que a Frankie Dunlop, el conocido batería, al que en el original se le acredita “percusión”. Quién sabe. En fin, en esa tradición misteriosa, tampoco tengo datos sobre la portada: ni fotógrafo, ni diseñador, ni nada.


Se podría pensar que un tema donde hay castañuelas, voces y palmas podría ser un pastiche latin-jazz-spanish que no hubiera por donde cogerlo, pero qué va, es un tema excelente. Es una de esas mescolanzas tan peculiares de Mingus, con tantos cambios a lo largo de su desarrollo que llega un momento que no sabes qué puede pasar a continuación. Bueno, eso es jazz, ¿no? Venga, a bailar sobre la mesa.