viernes, 25 de febrero de 2011

Portadas que me gustan


En 1957, el poco recordado trompetista Jon Eardley grabó este disco para Prestige. Las fotos de la portada las firma Bob Weinstock, y el diseño es de un peculiarísimo personaje que merecería más de un post para él solito: Gil Melle. Gil fue un saxofonista con unos cuantos discos a su nombre, además de pintor, escultor, compositor de sinfonías y de música para series de televisión, diseñador y constructor de sintetizadores, restaurador de aviones y mil cosas más. Todo un tipo.

Volviendo a Jon, éste desarrolló gran parte de su carrera en Europa, muriendo en Francia a finales de los 90. Trompetista línea “cool”, aquí se hace acompañar de dos monstruos del saxo, el alto Phil Woods y el tenor Zoot Sims, además de Milt Gold al trombón (que trabajó en la orquesta de Stan Kenton con Rosolino and company), George Syran al piano (Syrianoudis de nombre real, que trabajó bastante con Woods), el excelente bajista Teddy Kotick (muy asociado a Charlie Parker) y el batería Nick Stabulas, otro de los que murieron jóvenes en el jazz, en su caso en accidente de coche.

Bueno, vale de rollos. Este tema es del propio Earle, que también componía lo suyo, y se llama “On The Minute”. A por ello.

martes, 22 de febrero de 2011

Breve gilipollez

Paseaba yo por la calle del Macacoide Guripa cuando una idea brotó en mis alteradas meninges:

- Este mundo es absurdo – me dije – y me tiene harto. Pero puedo hacer una cosa, inventarme un mundo más absurdo aún, de modo que éste fuera agradable por comparación. Así, cuando me empezara a cabrear con el mundo, sólo tendría que compararlo con el mundo imaginario y así se me reduciría el cabreo.

Así que me puse a ello. Pero no me sale nada. ¿Peor aún? Ummm, sólo se me ocurre algo como esto:


sábado, 19 de febrero de 2011

George Shearing

Me enteré hace un par de días de la muerte de George Shearing. Tenía 91 añazos, por lo que tampoco es una sorpresa, pero siempre es una pena que nos deje un histórico del jazz. George fue un pianista de los finos y elegantes, y tremendamente popular en sus años. Tan popular que yo creo que eso le perjudicó, ya sabéis como es el mundo del jazz a veces, si vendes es que no eres bueno. Inventó un concepto de quinteto peculiar, con piano, guitarra, vibráfono, bajo y batería, que le dio un sonido muy característico. Esta es una de las últimas grabaciones que tengo suyas, para Telarc en el 94, y recoge perfectamente ese sonido. Le acompañan Louis Stewart a la guitarra, Steve Nelson al vibráfono, Neil Swainson al bajo y Dennis Mackrell a la batería. El tema es, como no, “Lullaby of Birdland”, la más conocida de las muchas composiciones de Shearing. Un abrazo, George.

martes, 15 de febrero de 2011

Portadas que me gustan


Me gusta esta portada, poderosa y cruda como su música, con ese rojo casi sangriento en la cara de Ornette. Reedición de 2008 de Gambit de una actuación en vivo del cuarteto, con Charlie Haden, Dewey Redman y Ed Blackwell acompañando al tío Coleman. El sonido no es que sea excelente, pero bueno. Interpretan “Song for Che”, el homenaje a Guevara que compuso Charlie Haden. Aviso, jazz del duro, como sugiere la portada.


sábado, 12 de febrero de 2011

Portadas que me gustan


Ahí va esta portada de Joe Gordon, “Lookin’ Good”, de 1961. La foto es de Roger Marshutz, y hay que reconocer que le sacó bastante favorecido, je, je. Este es uno de los pocos discos (sólo hay otro, que yo sepa) a nombre de Joe. Eso sí, son pocos, pero buenos. Sus acompañantes, que veis en la portada, comparten con Joe eso de no ser muy conocidos. Está Jimmy Woods, un saxofonista que valía mucho y que grabó muy poco. Y Dick Whittington, pianista que grabó menos todavía y que, durante un tiempo, fue orgulloso propietario del famoso Maybeck Recital Hall (no me preguntéis de dónde sacó la pasta). Y también Jimmy Bond (sí, Bond, James Bond) bajista que tampoco ha grabado casi nada a su nombre, pero de larga y diversa trayectoria musical. Y por último, Milt Turner, batería que trabajó, entre otros, con el gran Ray Charles.

Se esperaban cosas de Joe. Por desgracia, murió en un incendio a los 35 años. En este disco todos los temas son de su autoría. Ahí va ese “Mariana”, saborcillo español, con esa batería imitando castañuelas.

lunes, 7 de febrero de 2011

El diablo y el loro y viceversa

Esta historia me la contó el otro día mi loro, Puto Bocazas, así que, con toda probabilidad, es mentira, pero bueno. Dice que iba dando un tranquilo paseo cuando sintió sed y se metió en un bar a refrescarse el gaznate. Cuál no fue su sorpresa al descubrir en aquel bar, acodado en un rincón de la barra, al Demonio.

Veréis, el loro siempre ha sido conocido por sus malas compañías, por lo que él y el Demonio se tratan bastante. Así que, ni corto ni perezoso, se acercó hasta el Maligno, y le dijo:

- ¡Pero hombre, Satanás! ¿Tú por aquí? ¡Cuánto me entristezco de verte!

Claro, al Diablo no se le puede decir “cuánto me alegro de verte”, sería un insulto. En fin, a lo que iba. El Diablo dijo entonces:

- ¡Hombre, si es Puto Bocazas! Yo también me entristezco de verte. Tómate algo, que invito yo.
- Se agradece, Belcebú. Y ¿qué haces por aquí? ¿Cómo es que no estás maquinando grandes maldades, o tentando a ermitaños, o introduciendo pensamientos libidinosos en las mentes jóvenes?
- ¡No me hables! ¡Este trabajo ya no es lo que era, Puto Bocazas! Ahora hay demasiada competencia. Cualquier tontainas con un poco de mala baba se cree ya el Señor de las Moscas.
- ¿Qué me dices?
- No es broma. Entre Berlusconis, Bushes, y demás familia, me están dejando sin trabajo. ¡Todo está lleno de diablos de medio pelo, Puto Bocazas! ¡Como esos jefecillos que putean a sus empleados y se creen que son algo! ¡O esos chupatintas que deshaucían a la gente, y ya se sienten la releche! ¡O esos politiquillos que choricean, maquiavelos de vía estrecha! ¡O esos hombrecitos de negocios que te estafan! ¡Y ni siquiera tienen carrera, que yo soy Ángel Caído! ¿Eso es maldad, Puto Bocazas, eso es maldad? ¡Eso es una mierda! ¡Para hacer el Mal hay que tener clase!

Al ver al Diablo tan alterado, Puto Bocazas le dio unos golpecitos en la espalda:

- Bueno, Satán, bueno, no te pongas así. La verdad es que ya no se valora el trabajo bien hecho, tienes toda la razón. Está todo lleno de malotes de opereta, te lo reconozco. El Mal, con mayúsculas, ya no existe. Lo de ahora no tiene glamour.
- ¡Ahí, ahí iba yo! ¿Tú te crees que el Mal puede ser representado por un tío calvo, con gafas, con barriga, que firma hipotecas? ¡No me jodas!
- Se me ocurre una cosa, Pedro Botero. ¡Vamonos de juerga a montar la de dios, uy, perdón, la del diablo!
- ¿Invitas tú? – ya sabéis que, como el diablo tiene todos los defectos, también es gorrón. Paga la primera para que te confies.
- Invito yo, que le he robado la cartera a Troglo (¡Grrr! ¡Maldita sea su loruna estampa!). ¡Vamos a hacer el mal a la antigua usanza!
- ¡Je, je, je! Van a saber lo que es ser profesionales.

Por suerte, había cancelado las tarjetas, pero les dio igual, porque se fueron sin pagar de todos los sitios. Y es que ya nada es lo que era, tiene razón el Diablo. Hasta para ser malo hay que tener categoría. Yo conozco muchos diabluchos de garrafón, ¿vosotros no? Si ya lo decía Facundo Cabral.

jueves, 3 de febrero de 2011

Portadas que me gustan

Últimamente me ha dado el ataque portadil. Esta es de 1957, el diseño de la portada es de Paul Bacon y la foto de Robert Parent. Parece una portada de contrastes, y es que el disco reune a dos músicos que, siendo muy diferentes en sus concepciones de la cosa, funcionan sorprendentemente bien juntos. Y es que tenía razón Duke Ellington, sólo hay dos tipos de jazz: el bueno y el malo. Pues jazz del bueno con estos dos monstruos, acompañados por Wilbur Ware al bajo y Shadow Wilson a la batería. “Round Midnight”.