martes, 15 de noviembre de 2011

Portadas que me gustan


Curiosa portada para un disco de azarosa vida, el disco de los tres líderes. Se grabó en el 61, e iba a ser el primer disco a nombre del trombonista Willie Wilson. Sin embargo, sabe dios por qué, se decidió no hacerlo así. Se publicó a nombre del pianista Duke Pearson, con el título de “Dedication!”. Y también se publicó, creo que en Black Lion, a nombre de Freddie Hubbard, con el título de “Minor Mishap”, el primer corte del disco. Y Willie se quedó sin su disco. Acompañan a Duke, Freddie y Willie el gran saxo barítono Pepper Adams, el bajista Thomas Howard, que tampoco se prodigó demasiado, y el batería Lex Humphries.

Que yo sepa, Willie Wilson jamás tuvo ocasión de volver a grabar nada, y murió muy pronto, en 1963, pasando a ser uno de los olvidados del jazz. A lo mejor ese título, “Dedication!” va por él, o así me gusta pensarlo. Porque para mí, Willie es el líder de esta sesión, aunque nunca llegó a serlo oficialmente. Aquí va, para que lo comprobéis, “Blues for Alvina” tema compuesto a medias entre Wilson y su mujer, la tal Alvina. Y, para que haya menos músicos de jazz olvidados, subo también una foto (creo que hecha por Gary Gladstone) de Willie, ¡hala!


sábado, 5 de noviembre de 2011

Que no me representen, oiga

- Puto Bocazas – le dije a mi loro, Puto Bocazas – prepárate, que otra vez nos toca ejercer nuestros derechos democráticos.
- ¡Ah, la democracia, Troglo, esa superstición tan extendida! ¿Ya toca votar otra vez? ¡Cómo pasa el tiempo!
- Pues sí. Enorgullecete, que ya sabes que votar es la máxima, por no decir la única, manera que tiene la peña de hacer política. No te quejes, que otros no pueden votar.
- Eso es cierto, nosotros por lo menos podemos votar antes de obedecer. Otros obedecen directamente.
- Je, je, cierto. Yo, cada vez que voto, me siento participante en la política de mi país. ¿Qué digo participante? ¡Protagonista! ¡Actor principal! Cada vez que meto un papelajo en una urna, me siento un Kennedy.
- Digo yo que por qué no establecen un turno rotatorio de gobierno y se dejan de rollos.
- ¡Uy, no sería democrático! Además, nos perderíamos buena parte de la sociedad del espectáculo.
- Eso sí. Por cierto, tengo aquí un montón de panfletos y estaba pensando en votar a Marqués del Chori, del Partido Butanerista.
- ¿Estás mal de la cabeza, Puto Bocazas? ¿Un anarquista como tú, votando? Además, ese partido no va a salir ni de coña.
- Por eso mismo, Troglo. Si hubiera la más mínima posibilidad de que saliera, no le votaría. Es más, yo votaré al candidato que me garantice que no va a obtener representación parlamentaria.
- Explícate, Puto Bocazas.
- En los partidos políticos está la salvación, Troglo. Necesitamos mogollón de partidos políticos, cuantos más, mejor.
- ¿Qué disparates dices?
- Imagina que todos hacemos lo mismo, Troglo. Conseguimos que se presenten miles, o millones de partidos, y toda la peña distribuye su voto, de forma que ningún partido obtenga el suficiente porcentaje de votos para obtener representación. ¿Te imaginas? De este modo, las elecciones quedarían desiertas, y yo reinaría supremo.
- Querrás decir “reinaríamos”.
- Claro, qué despiste, je, je.
- Puto Bocazas, es una burrada de aquí te espero. Claro que, comparado con lo de Grecia, es hasta coherente.
- Pues claro, Troglo. Lo dicho, hay que votar al candidato que no te pueda representar, al que te garantice que tu voto será inútil.
- ¿No sería más fácil abstenerse?
- Pero entonces mi voto no es inútil, simplemente se lo pasan por el forro. Yo quiero un voto que paralice el sistema al no obtener nadie la representación necesaria.
- Puede ser, puede ser, pero yo creo que algo se les ocurriría. En la duda, yo creo que hay que volver a los clásicos políticos, Puto Bocazas: tres litros de cubata y kalashnikov en ristre.
- ¡Ah, “Los hermanos Kalashnikov”, qué buen libro! Y hablando de cubatas, ponme quince.